Poemario NO TARDES EN VOLVER A LA CRISTALERA DEL TIEMPO, de Virtudes Reza. EDITORIAL LEDORIA

Comprar el libro Editorial Ledoria, aquí

Comprar el libro en El Corte Inglés, aquí

Puntos de venta en librerías, aquí

El círculo alquímico, de Paco Gómez Escribano. Editorial Ledoria. I.S.B.N.: 978-84-95690-73-9. A la venta en enero.
Comprar libro en Estudio en escarlata, aquí.

Comprar libro en El Corte Inglés, aquí.


sábado, 27 de febrero de 2010

Carlos Castaneda, de Paco Gómez

Carlos Castaneda
Os quiero hablar de uno de los personajes más controvertidos del siglo XX. Antropólogo para unos, farsante para otros... Lo que está claro es que nadie queda indiferente después de leer "Las enseñanzas de D. Juan", primer libro de la saga de la fecunda obra de D. Carlos y, no por ser el primero, el más interesante, ya que considero que hay otros que lo son mucho más. A mí me ha impresionado mucho su obra, no tanto el autor como persona. Espero aportar algunos datos para los que ya lo conocéis, y a los que no, espero presentaros a un personaje cuando menos interesante.


Introducción
Hace ya muchos años cayó en mis manos un libro que me llamó poderosamente la atención. Este libro es "Las enseñanzas de Don Juan", de Carlos Castaneda. Había oído que era la historia de un tipo que se fue con los indios a Méjico para experimentar con drogas tipo peyote y otras. En verdad en el libro hacía esto pero también hacía más cosas. Entre otras, entablar una relación con un viejo chamán yaqui que le tomó como discípulo y le transmitió todo su conocimiento.
Según relata el propio autor, todo comenzó en la estación de autobuses de Nogales, Arizona. Se acercó al viejo y se pavoneó ante él. Le soltó una larga perorata y en un alarde de pedantería se describió como un experto en plantas psicotrópicas. Cuando el anciano levantó la cabeza y le miró a los ojos las palabras dejaron de salir de su boca y se quedó paralizado, ya que esa mirada era la más feroz que había visto nunca. El viejo chamán sólo le dijo que fuera a verlo, sin decirle dónde vivía.
El encuentro se produjo tiempo más tarde en una choza del desierto de Sonora, Méjico. Y Carlos, con el transcurso de los años, pasó de investigador a aprendiz de brujo bajo la tutela de D. Juan y sus compañeros, quince entre hombres y mujeres, divididos en ensoñadores y acechadores.

La enseñanza chamánica

Don Juan era el líder de un grupo de brujos y brujas. Un grupo que ve el mundo de forma muy peculiar. Según ellos, todo lo que existe es el resultado de un filtraje que el ser humano hace de lo verdadero, convirtiéndolo en el mundo que conocemos. ¿Y qué es lo verdadero? Pues al parecer todo es un conglomerado de fibras de energía con corrientes luminosas que ellos "ven". Todos los seres humanos tenemos la capacidad de verlo con el debido entrenamiento. De hecho todos vemos esas fibras todos los días pero no lo sabemos. En realidad creemos que sólo existe lo que vemos habitualmente cada día, es decir, el mundo cotidiano. Planteamiento bastante similar a la caverna de Platón.

Dentro de este orden, el ser humano es una bola luminosa con forma de huevo. En la parte de atrás, entre los omóplatos, existiría una pequeñísima bola que los chamanes del grupo llaman el punto de encaje y, según ellos, es el que absorbe millones de fibras dando como resultado la percepción del hombre. A todos se nos mueve el punto de encaje, percibiendo en ese momento de forma distinta a como lo hacemos en el estado ordinario de conciencia. La diferencia entre el hombre común y el brujo (también llamado hombre de conocimiento) es que este último puede mover el punto de encaje deliberadamente y llevarlo a sitios en donde se deja de percibir el mundo ordinario, pudiendo así entrar en otros planos que están vedados para el hombre común. De hecho se llega a afirmar que, a través del movimiento del punto de encaje, los brujos pueden cambiar de forma, a una forma animal por ejemplo, o incluso desaparecer.

De hecho una de las definiciones que ellos mismos hacen de la brujería es que "es el arte del movimiento y la fijación en nuevas posiciones del punto de encaje".


La experiencia de Carlos Castaneda

Castaneda recibió enseñanzas de dos formas. Como él mismo nos dice en sus libros, D. Juan le instruye:

1. En su estado normal de conciencia: en el cual le habla y le hace ejecutar diversas prácticas. En este estado, Carlos intenta racionalizar todo, no entiende nada y como no racionaliza, es la etapa en que D. Juan le hace ingerir distintas sustancias psicotrópicas, plantas sagradas que según la cultura india abren las puertas de la percepción. Plantas que en teoría van a acabar por romper la coraza de hombre occidental del aprendiz que, por cierto, además tenía una personalidad "muy espesa" que hacía muy difícil el entendimiento de los conceptos. De todas formas llega un momento en que ya no hubo necesidad de seguir con las plantas ya que éstas habían cumplido su misión.

2. En una posición del punto de encaje llamada "posición del entendimiento total": en la que D. Juan siempre empieza de la misma forma. Da un fuerte manotazo a Carlos en la espalda propiciando con su energía el movimiento del punto de encaje a la posición de la que hablamos. Una posición en la que el ser humano entiende todo, en la que está en un estado "hiper-despejado" y "conoce" y "sabe" sin necesidad de buscar explicaciones. El problema es que cuando vuelve a su estado ordinario de conciencia no recuerda nada. Sólo con el paso de los años, cuando el aprendiz aprende por sí mismo a desplazar el punto de encaje a la misma posición, es cuando rescata todo ese conocimiento y lo asimila.

El grupo de D. Juan es heredero de una tradición muy antigua. Antes de su grupo hubo otro y antes otro. El principio y la continuidad de los grupos se pierden en el tiempo. Cuando D. Juan contactó con Carlos en Nogales estaba pensando en la necesidad de crear el nuevo grupo para garantizar la continuidad del linaje. Y se quedó muy asombrado y preocupado al ver lo que el destino le estaba señalando: ese occidental pedante y vanidoso sería el líder (nagual) del nuevo grupo.

D. Juan era el nagual del grupo actual, compuesto por quince "guerreros" y "guerreras" divididos en "ensoñadores" y "acechadores". El "ensueño" y el "acecho" son estados que puede adoptar el brujo como resultado de mover el punto de encaje. Todos podemos ensoñar y acechar pero un ensoñador lo es por tener la facilidad de mover deliberadamente el punto de encaje a la posición de ensueño y mantenerlo allí a voluntad. Un brujo es acechador por el mismo motivo.

El nagual es el líder y todos lo aceptan. Y lo es porque tiene una configuración energética especial. Tiene dividido el huevo luminoso en cuatro compartimentos y esto le proporciona más energía vital y capacidad para dirigir al grupo.

D. Juan "vio" enseguida que Carlos sería el nuevo Nagual, aunque algo salió mal. Lo digo porque el nuevo grupo no lo aceptó como líder. En uno de los libros se da la explicación de que en realidad la configuración energética de Carlos no era en realidad cuádruple sino triple, lo que le capacitaba para liderar un grupo, pero mucho menos numeroso, como al final ocurrió.

El objetivo de cada grupo es alcanzar la "libertad total" tras años de disciplina. Esa meta implica que los brujos, llegado el momento, se inflaman de energía y trascienden en cuerpo y alma a otro plano de existencia, es decir, desaparecen de la faz de la tierra sin dejar rastro.

D. Juan y su grupo transcendieron. Nada se sabe del primer nuevo grupo que se formó y hay mucha información en Internet de Carlos y su grupo (el segundo, menos numeroso).


Algunos datos de Carlos

Existen dos versiones contradictorias sobre su nacimiento:

Según él mismo, nació el 25 de diciembre de 1935 en Sao Paulo (Brasil), hijo de un profesor de literatura y sobrino de Oswaldo Aranha, que fue presidente de la Asamblea General de la ONU y embajador en los Estados Unidos. Estudió en Buenos Aires. A los 15 años se fue a vivir Los Angeles, se graduó en Hollywood, y estudió escultura en Milán.

Según los registros de inmigración estadounidenses, nació en Perú en 1925, hijo del dueño de una joyería. Creció en la ciudad andina de Cajamarca, haciendo sus estudios en Lima.

Se casó en los años cincuenta con Margaret Runyon y tuvo un hijo. Al poco tiempo, los abandonó. El divorcio se formalizó en 1973.

La versión difundida de su muerte es que falleció el 27 de abril de 1998 de un cáncer de hígado, en su casa del barrio de Westwood de Los Ángeles, aunque su muerte tardó dos meses en hacerse pública.

Sus compañeras Taisha Abelar y Florinda Donner-Grau, discípulas también de Don Juan Matus, han escrito también varios libros sobre su aprendizaje y alguna vez han asegurado que Carlos alcanzó la libertad total.

Fundó la empresa "Cleargreen Inc." dedicada a comercializar seminarios y otros eventos. Hay, como he dicho antes, mucha información en Internet y las opiniones son contradictorias. Ha sido considerado desde gurú hasta estafador.


Bibliografía


"Las enseñanzas de Don Juan" ("The Teachings of Don Juan: A Yaqui Way of Knowledge", 1968), que además fue su tesis).


"Una realidad aparte" ("A Separate Reality", 1971).


"Viaje a Ixtlán" ("Journey to Ixtlan", 1973): con él se hizo millonario y obtuvo su doctorado.

"Relatos de poder" ("Tales Of Power", 1975).

"El segundo anillo de poder" ("The Second Ring Of Power", 1977).

"El don del águila" ("The Eagle's Gift", 1981).

"El fuego interno" ("The Fire From Within", 1984).

"El conocimiento silencioso" ("The Power Of Silence", 1987).

"El arte de ensoñar" ("The Art Of Dreaming", 1993).

"El lado activo del infinito" ("The Active Side of Infinity", 1999).

"Pases mágicos" ("Magical Passes", 1999).

"La rueda del tiempo" ("The Wheel of Time", 2000).

Conclusión
De lo que no cabe ninguna duda es de que la lectura de los libros es apasionante. Hay similitudes con la filosofía platoniana e incluso con el budismo zen. Y hay también una cuota de originalidad, sobre todo teniendo en cuenta la fecha en que comenzaron a editarse los libros.
Y lo que yo me pregunto, dada mi gran imaginación es: ¿Y si lo que dice este tío fuera verdad?

jueves, 25 de febrero de 2010

El Gobierno contra los funcionarios, de Paco Gómez

El último globo sonda lanzado por el Gobierno es la más que previsible congelación de los sueldos de los funcionarios. Es una medida muy típica de sociedades con una economía en crisis. Los casos de Grecia, en donde la medida ha provocado una huelga general, y de España son únicos. Son dos países mediterráneos, muy similares en defectos y en costumbres. También tienen en común que sus funcionarios son los que menos ganan, comparados con los países de su entorno.

En España, acceder a la función pública no es fácil. Mientras que para acceder a cualquier trabajo en una empresa privada sólo piden un currículum, que en la mayor parte de los casos se falsea, y una entrevista, para acceder a un trabajo en cualquier institución pública hay que estudiar, y mucho. Hasta para barrer te piden aprender la Constitución, que hay que joderse. Y no digamos si uno se presenta a una oposición para la que se pide una licenciatura. Lo más fácil es que uno se pegue estudiando el temario años y años, vamos, que no lo regalan.

Soy profesor desde hace dieciocho años. Ni les cuento el temario que me tuve que aprender. Aquí somos del grupo A, el máximo nivel que se puede adquirir en la Administración. Cualquier amigo licenciado que trabaje en la empresa privada gana más que yo, es más, un fontanero o un electricista gana más que yo. Tengo menos poder adquisitivo que hace dieciocho años. Por suerte, no tengo críos. Y digo por suerte, porque no se me ocurren los números circenses que tendría que hacer para mantenerlos. Mi profesión, gracias a las reformas educativas de los sucesivos gobiernos, ha sido sucesivamente degradada y vilipendiada. A eso, hemos de añadir que cada año gano menos. En la nómina de enero me han quitado cuatrocientos euros del neto, sin más aclaración que una nota explicativa que no entiendo.

Ahora, parece ser, según el último globo sonda, que van a reducir todavía más mi poder adquisitivo y, al parecer, con el visto bueno de tertulianos, periodistas y público en general, que parece ser, tienen un odio congénito a los funcionarios por su estabilidad laboral.

Un profesor en Canadá gana el triple. Y en Francia, más del doble. Y son economías serias, de países serios, no como éste. Y esas economías no se vienen abajo por los sueldos de los funcionarios. Pero la nuestra, al parecer, sí. Pues aquí estamos, señores del gobierno y coro de palmeros. Defenéstrennos aún más. Que aquí, no pasa nada.

domingo, 21 de febrero de 2010

La literatura de Carlos Salem, de Paco Gómez

A veces, se llega hasta algunas novelas o autores de las formas más insospechadas. Por una crítica en las páginas culturales de algún periódico, por un chivatazo de algún amigo, por una reseña en un blog o, simplemente, porque ojeas un libro y te gusta la portada y la sinopsis. En mi caso llegué a Carlos Salem porque fui a una presentación del escritor Oscar Urra, a quien había visto conferenciar en Getafe Negro. Resulta que Oscar ha publicado sus dos novelas con Salto de Página y al navegar por la web de la editorial conocí a Carlos Salem, aunque yo sabía de un Carlos Salem que lleva el Bukowsky en Malasaña, aquí en Madrid. Resultaron ser la misma persona.

Estuve leyendo aquí y allá sobre él y para Reyes, una de estas tardes en que voy a fisgar a la librería Estudio en Escarlata, me encontré con sus novelas. No compré la primera, sino que me cogí las tres del tirón, aun a riesgo de que no me gustaran, pero no sé por qué, tuve un presentimiento.

Me enfrasqué en la primera de ellas “Camino de ida” (Salto de Página, 2007) y me di cuenta enseguida de que es de esas novelas en las que no puedes parar de leer. Me sorprendió su prosa, sencilla, pero llena de poesía y de surrealismo. La historia es una locura hilarante, una aventura con malos y buenos que transcurre en Marruecos, pero hay momentos en que el lector descubre que los malos no son tan malos y que los buenos tampoco lo eran tanto. Los protagonistas son Octavio, un hombre plegado durante toda una vida a los mandatos de su mujer y que de pronto, por circunstancias que no voy a desvelar, despierta y empieza a vivir; Soldati, un argentino extravagante y medio loco que quiere hacer la Revolución o hacerse rico, lo que primero le ocurra; y el mismísimo Carlos Gardel, que no murió en el trágico accidente de avión y ahora va por la vida de incógnito e inmortal.

Como son novelas no muy largas, me leí “Camino de ida” del tirón, con la grata sorpresa de haber descubierto la Literatura de Carlos. Rápidamente pasé a “Matar y guardar la ropa (Salto de Página, 2008), y si hilarante, increíble y extravagante era la primera novela, no menos lo es esta segunda, en la que Carlos se empeña en contarnos la vida de un asesino a sueldo como si fuera la vida de un tipo normal. Para más hilaridad, la mayor parte de la trama discurre en un camping nudista, en el que van apareciendo personajes que se relacionan con el pasado del sicario y otros nuevos. Juntos, con sus peripecias, van construyendo una fenomenal novela, en la línea literaria de Carlos, con mucha poesía. El desenlace tarda, porque entre medias, el autor va atando cabos, resolviendo tramas secundarias, pero cuando llega, el lector se queda satisfecho. Hay un secundario que me llamó la atención. Es un policía atormentado por la muerte de su pareja que, en su día, abandonó este policía, Arregui, y tuvo una relación con el sicario. Quiere ajustar cuentas y vigila de cerca al asesino a sueldo, pero al final, los dos empatizan de una forma muy tierna.

La tercera novela es como una traca en donde el surrealismo y la poesía ascienden un peldaño más. En “Pero sigo siendo el rey” (Salto de Página, 2009), Carlos se inventa una historia en la que da el protagonismo a Arregui, secundario en su segunda novela y ahora convertido en detective privado, y nada menos que a Juan Carlos I de Borbón. Ambos inician un viaje que tiene mucho de iniciático por pueblos imposibles, poblados por personajes impregnados de unas locuras febriles pero en los que predominan la ternura y la inocencia. En ese camino, Arregui y el rey se encuentran con un adivino retrovisor que adivina el pasado, con un músico que vaga por esos pueblos en busca de su magistral sintonía perdida, con un abuelo ermitaño que cree todavía estar en plena Guerra Civil y con un sinfín de gentes que vagan por la vida sin pena ni gloria. La narración es original, pues, narrada en primera persona por Arregui, de repente cambia y pasa a utilizar la técnica del narrador omnisciente para volver, poco antes del final, a la primera persona. La última parte de la novela transcurre en Madrid, en donde Carlos recupera a Octavio y a Soldati, protagonistas de “Camino de ida”, que aquí actúan de secundarios pero ayudando definitivamente a resolver la trama.

Carlos Salem nace en 1959 en Buenos Aires, aunque reside en España desde 1988. ha dirigido diarios como El Faro de Ceuta y El Telegrama o El Faro de Melilla, y colabora con distintos medios de comunicación. Ha publicado los poemarios “Te he pedido amablemente que te mueras” (1986), “Foto borrosa con mochila” (2005) y “Poemas al otro lado de la barra” (2007). Su primera novela, “Camino de ida”, fue galardonada con el Memorial Silverio Cañada de la Semana Negra de Gijón a la mejor primera novela policíaca. Y recientemente ha publicado un libro de cuentos titulado “Yo lloré con Terminator II”, relatos de cerveza-ficción, como él mismo ha bautizado el género que perpetra, publicado por Ediciones Escalera.

Ayer, aprovechando que Carlos presentaba su tercera novela en la librería Traficantes de sueños, me pasé por allí, que nunca está de más darse un garbeo por Embajadores y Latina. Me presenté con la trilogía y este argeñol, como él mismo se denomina, me las firmó y me las dedicó, y además, así, tuve el gusto de saludarle y decirle que su Literatura me parece estupenda.

Así que ya sabéis. Si tenéis la oportunidad, leedlas. No siempre las grandes novelas están en las grandes editoriales. Aunque, a este paso, Salto de página, con la estupenda labor que están haciendo, puede que se convierta en una de ellas. Por lo pronto ya es editorial de referencia en Novela Negra de toda esta generación de autores españoles que están pegando fuerte en el panorama literario nacional.

sábado, 20 de febrero de 2010

A tu lado, de Virtudes Reza

Pocas canciones dejan ese sabor en el corazón y en el alma. Un sabor renovado de esperanza, de morir en una etapa para renacer en otra distinta.
¿Cuántas veces se muere en la vida? Psicológicamente muchas, afirmaría; físicamente, sólo una.
¿Cuántas veces hemos soñado en otra vida? En otro mundo paralelo, donde la maldad, la pena, la tristeza y el sufrimiento, son ficción en la realidad.
Hemos muerto y hemos resucitado, muchas veces, tantas como árboles plantados y siempre pensando que el mañana tendrá un presente, y que este presente tendrá un mañana.
¿Cuántas veces hemos pensado que las cosas pueden ser eternas? Concepto equivocado de una proyección equivocada, proyección humana de un mundo idealizado.
Ya no persigo sueños rotos, ni siquiera sueños por romper, ya no duermo, para no soñar, tampoco quiero soñar despierta.
En el tren de la vida, vamos parando por muchas estaciones, y de cada una nos vamos llevando un trocito de recuerdo que nos acompañará hasta ese día en el que cerremos los ojos. Encontraremos muchos nombres que no olvidaremos, y encontraremos anónimos que querrán ser olvidados.
He muerto, y he resucitado, ayúdame y te habré ayudado en este mundo en cualquier plano, en esta vida, en la dimensión de los sentidos no encontrados. Hoy no he dormido, y he pensado en poemas rotos y en poemas que no quiero escribir, en versos que guardo para mí, en el silencio de mi alma.
Desde aquí un pequeño homenaje a un grupo para mi especial y único…. un recuerdo que no quiero olvidar. Un recuerdo por los que ya no están en esta dimensión. Siempre a tu lado “Los Secretos”.




jueves, 18 de febrero de 2010

Las bondades de la E.S.O. en la lucha antiterrorista, de Paco Gómez

Creo que a nadie se le escapa que, obviamente, la LOGSE es un fracaso. Y que ni la LOE (amparada en los mismos principios básicos que su antecesora, tales como integración, pluralismo, democracia en las aulas y consecución de objetivos sin esfuerzo) ni las tímidas reformas propuestas por el PP van a conseguir que este país vuelva a estar en los primeros puestos de listas e informes internacionales sobre Educación. Y creo que somos ya legión los que pensamos de esta manera.

Esta mañana, sin embargo, por primera vez y, sin que sirva de precedente, he visto de forma clara y meridiana una ventaja de este Sistema Educativo desastroso. Estaba yo desayunando en una cafetería y he leído en elperiódico una noticia que me ha dejado pasmado y con la tostada a medio masticar. Resulta que los Mossos d'Esquadra han detenido a dos presuntos etarras en un paso fronterizo hacia Francia. Hasta ahí todo bien. Lo extraño, lo esperpéntico, diría yo, es que los mozos tienen un perfil en Facebook, esa red social de la que parece que nuestros jóvenes no pueden vivir sin entrar en ella y darse de alta para tener cientos de amigos virtuales que no les aportarán nada y a los que no conocerán jamás, y además aparecían fotografiados con las camisetas de la selección española. Es muy contradictorio que teóricos independentistas vascos aparezcan de esta guisa, con la camiseta de fútbol del “Estado represor”. Y es incomprensible que un delincuente haga público su perfil en Internet, donde, de esta forma, está perfectamente localizado.

Hay un tercer aspecto llamativo. Estos chicos huían a Francia no con un coche robado y con las matrículas cambiadas, como mandan los cánones del manual del buen terrorista, sino con la furgoneta del padre de uno de ellos, vamos, que sólo les faltaba un anuncio dándose a conocer a cualquier patrulla.

Mi conclusión me ha llegado antes de terminar la tostada como una inspiración divina: “Estos chicos han hecho y son víctimas de la E.S.O.”. No cabe otra explicación posible. Como cualquier alumno que ha estudiado al amparo de la LODE-LOGSE-LOE, estos cachorros de ETA ni saben lo que es España ni Euskadi, de ahí su pose con la camisola de la Roja. Un cero en capacidad de reflexión, ya que el error de estar en Facebook y el de la furgoneta, sólo se le puede ocurrir a los jóvenes criados en los pastos de la actual Educación Secundaria.

La lucha antiterrorista, llevada a cabo con buen criterio por los sucesivos gobiernos, excepto la metedura de pata de Zapatero de querer arreglar las cosas hablando con ETA cuando no hay nada de qué hablar (bien es cierto que luego rectificó), se contrapone con las sucesivas reformas educativas, en donde todos los gobiernos han fallado. Aunque creo que, en este caso, la desastrosa Educación que tenemos ha jugado un papel clave en la detención de los mencionados etarras, cada vez más incapaces de pensar, como el resto de jóvenes de su generación.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Entrega de premios Certamen de Poesía Social Julia Guerra, de Paco Gómez

El pasado fin de semana estuve en Algeciras para recoger el premio de poesía que, amablemente, me concedieron en el “II Certamen de Poesía Social Julia Guerra”. Aproveché el viaje para recoger el premio pero también para reencontrarme con buenos amigos que poseo en esa, mi segunda ciudad. En el acto hubo un recital a cargo de diversos poetas locales que recitaron poemas propios, poemas de Julia Guerra (poeta navarra afincada en Algeciras que tuvo una muerte trágica en accidente de tráfico y que da nombre al certamen) y poemas de Miguel Hernández en homenaje al poeta aventajado de la Generación del 27 del que en 2010 se cumple el centenario de su nacimiento.

El acto fue entrañable. La anécdota fue que algún miembro del jurado me hizo la confidencia de que él había votado mi poema, cosa que siempre le llena a uno de una especie de orgullo.
Previo al recital hubo una actuación musical a cargo del Chipi, un personaje algecireño que es músico, compositor y poeta. Aparte regenta el Café Teatro, un garito que no debéis dejar de visitar si vais a Algeciras y os gusta la época de
la Movida Madrileña, porque la cosa va de eso. Interpretó un tema propio y la Nana dela Cebolla, de Miguel Hernández, acompañado de un chaval que resultó ser un virtuoso de la guitarra flamenca.

Para cerrar el acto, los ganadores fuimos invitados al estrado para decir unas palabras, leer nuestra poesía y recibir el premio.

Desde aquí agradezco al jurado la concesión de este galardón. Cualquier premio es un reconocimiento gratificante a la labor de los que escribimos.

Y sí, hay fotos. Desde aquí agradezco al amigo Juan Salvatierra que haya colgado el reportaje gráfico en su web. Así que, si estáis interesados, podéis visitar su web:http://salvatierra2011.com/entrega%20premios/index.html.

domingo, 14 de febrero de 2010

Cero patatero en Educación para Zapatero, de Paco Gómez

Ayer estuve comiendo en Tarifa con unos amigos de Algeciras. El lugar es indiferente, por lo que se ve, en todos los sitios cuecen habas. Como somos asiduos, la dueña del restaurante se puso a conversar con nosotros antes de que pidiéramos de comer. No sabía qué hacer. Tiene a su hija en el instituto cursando 2º de la E.S.O. Al parecer es una cría con buenas notas en primaria, pero el año pasado ya empezó a flojear. La buena mujer se quejaba de que en el curso de la niña hay seis o siete repetidores, de los que el año pasado suspendieron todo. No llevan cuaderno ni bolis ni nada, se dedican a boicotear las clases. La niña hay días que viene a casa y dice que no han hecho nada en toda la jornada, porque los profesores, hartos de aguantar, al final no pueden ni dar clase. La mayoría de estos alumnos repetidores pasarán el año que viene a tercero “por imperativo legal”, es decir, que no pueden repetir más y pasan obligados. Si en segundo no han hecho nada, no hace falta ser adivinos para saber que en tercero van a estar perdidos, que tendrán un año más, por tanto, serán más brutos, y que seguirán boicoteando las clases. La hija de la dueña del restaurante, al no haber dado materia y al haber vivido un año tan caótico, repetirá segundo. La madre le dice a la cría que, por lo menos, el año que viene no tendrá por compañeros a estos pequeños terroristas pero la niña sabe bien, y así se lo dice a su madre, que vendrán otros iguales o peores.

Esta buena mujer ha ido a hablar con el director y el jefe de estudios, a pedirles con desesperación que hagan algo. Y ellos le han contestado que no se puede hacer nada, que no se puede hacer una clase sólo de repetidores por no discriminarlos.

El Sistema Educativo español se cuida muy mucho de no marginar o discriminar a los niños que no hacen ni el huevo y que no dejan que los demás compañeros avancen. Pero no tiene reparos en machacar a los niños que sí quieren estudiar, torturándoles con la presencia de alumnos que les impiden hacerlo.

Esta mañana he bajado a desayunar a la cafetería del hotel. Mira por dónde, estaba hablando nuestro ministro de Educación, hablando de integración, pluralidad, democracia en las aulas y de no sé cuántas chorradas más loelogsianas. Después, la señora Leire Pajín ha dicho que tenemos más universitarios y que la Educación está mucho mejor que antes. Estos son los políticos que tenemos. No van a arreglar nada porque viven en una realidad virtual mirándose el ombligo alejada de la que vivimos los ciudadanos y las estadísticas internacionales que nos sitúan a la cola en Educación. Mienten y nos toman por tontos, pero no lo somos. Espero que tenga su coste en las urnas. Aunque ¿cuál es la alternativa que tenemos?

miércoles, 10 de febrero de 2010

De cafés a bares

Antiguamente en este país existía la sana costumbre de sentarse alrededor de unas tazas de café y conversar, hablar de política, de literatura, de arte, de la vida, etc. De hecho, a finales del siglo XIX y principios del XX, existían en Madrid tantos cafés como ahora bares. La costumbre, dicen, empezó en Viena, y rápidamente proliferó por el sur de Europa que, con el buen clima, permitía que los establecimientos prolongaran su ambiente en las terrazas. Los suizos tenían también esta sana costumbre y mucha fama de buenos conversadores. Tal era su fama que la mayoría de las ciudades europeas tenían su “Café Suizo”. El primero en tenerlo en España fue la ciudad de Granada. Madrid también lo tuvo, situado en las inmediaciones del Casino, en la calle Alcalá, y allí departieron en famosas tertulias, sobre todo, los artistas plásticos de Academia de Bellas Artes de San Fernando. Hoy es una sede bancaria.

Entre los más antiguos se encuentra el Café de Sólito, citado por Fígaro en sus artículos costumbristas y por Zorrilla en “Recuerdos del tiempo viejo”. Y no podemos olvidar algunos de los establecimientos, que fueron estandartes, mentideros nacionales y cuna de tertulias de literatos y de todo tipo de gentes interesadas en la Cultura, como por ejemplo El Colonial, El Café Lyon, Fornos, el Café de Oriente, la Flor y Nata, el Café de Pombo y el Café Gijón. De los antiguos, el Gijón, después de pasar sus crisis que casi lo llevan al cierre, sigue abierto al cabo de más de 100 años. Y el restaurante Lardhy sigue acogiendo intelectuales y políticos de alto nivel económico.

Las paredes de estos establecimientos albergaron a los jóvenes intelectuales con más inquietudes del momento y fueron auténticos gimnasios de la dialéctica entre escritores, políticos, pintores, artistas de diversos ámbitos y vividores de todo tipo.

Hoy en día la costumbre se ha perdido y los cafés han ido evolucionando hacia establecimientos en los que se consume alcohol y poco más. Las charlas ya no son como las de antes y los bares están poblados, si acaso, de filósofos de barra de bar con el conocimiento justo para echar el día.

Otro aspecto interesante de los cafés era su aspecto estético: madera y mesas de mármol. Actualmente los bares son cutres, cuando no de diseño, que más que bares parecen peluquerías de caniches.

En fin, que los cafés son parte de nuestra tradición y es una pena que se hayan perdido o en lo que se han convertido.

lunes, 8 de febrero de 2010

El esperpento nacional, de Paco Gómez

Con la que está cayendo, me pregunto que qué es lo que hemos hecho para merecer estos políticos que tenemos. Pero basta echar un vistazo general a la sociedad para ver que a lo mejor tenemos lo que nos merecemos. ¿Qué hemos hecho mientras vivíamos tiempos de bonanza económica? Por lo pronto, he conocido muchísimos casos de personas que pedían créditos hipotecarios millonarios. Además, ampliaban el crédito para comprarse un cochazo. En muchos de los casos, la pareja tenía empleos precarios y, sin embargo, nos les importaba meterse en letras durante cincuenta años. Incluso los que ganaban mucho dinero, por ejemplo en la construcción, no invertían las ganancias en dar una educación a sus hijos. Albañiles y fontaneros millonarios no tenían la iniciativa de enviar a sus hijos a Londres, pongamos por caso, a estudiar el bachillerato, que podrían haberlo hecho. No, se compraban Mercedes y se iban al caribe. Curiosamente, cuando hemos sido la octava potencia económica, hemos sido también los últimos en cifras de fracaso escolar. Hace dos décadas, de padres trabajadores salían hijos médicos y arquitectos. Ahora, de padres licenciados, salen hijos que, en muchos casos, no obtienen el graduado en ESO.

Los programas culturales en televisión brillan por su ausencia. Y más gente de la que se piensa se sabe la vida de los concursantes de Gran Hermano. Los niños ya no quieren ser bomberos, médicos o astronautas, como antes, quieren ser Belén Esteban. No leen porque dicen que es un rollo y no saben matemáticas ni geografía. No leen periódicos ni ven telediarios y, si los ven, y sale Irak, pongamos por caso, no saben si está a la derecha del mapa o a la izquierda.

Hay bandas en la A-6 que tiran piedras a los vehículos para provocar accidentes. Los veinteañeros, siguiendo la última moda, van en manga corta en pleno invierno. Y hay que escuchar sus conversaciones cuando uno se sienta a tomar un café y coincide con ellos.

Y no son sólo los jóvenes. Ayer, antes de entrar al cine, por cierto, como la película era de pensar un poco estaba vacío, entré a tomar un café. En la mesa de al lado había tres matrimonios vociferando. Bien vestiditos, clase media alta. Hablaban, de vez en cuando hasta aporreaban la mesa, del tamaño de los penes y de las tetas. Todos pasaban la cincuentena. También criticaban que España era el país en donde más se consumía cocaína. Sin embargo la conversación transcurría escoltada por seis cubatas. En veinte minutos pidieron dos rondas. Y yo, salí huyendo por lo desagradable de la conversación y por los gritos, preferí esperar en la calle.

O sea, que viendo el panorama, no me extrañan los prototipos de políticos que tenemos. Porque toda esta gente mencionada, luego van a las urnas a votar.

jueves, 4 de febrero de 2010

Premio de Poesía, de Paco Gómez

Una noche, al venir de trabajar, aparqué en el barrio y me dirigí hacia el portal. Enseguida algo llamó mi atención: cinco o seis mujeres rumanas de etnia gitana junto con una cuadrilla de niños pequeños permanecían apostadas en la fachada del Lidl charlando animosamente. Me paré en el portal y encendí un cigarrillo contemplando la imagen. De repente, un empleado sacó las cubos de basura. E, instantáneamente, esas mujeres y esos niños volcaron los cubos en la acera y empezaron a llenar sus carros de la compra. Pan de molde, yogures, leche, conejo, pollo, todo caducado. Pero me llamó la atención la alegría de esos niños y esas mujeres, danzando alrededor de toda esa comida en mal estado, formando una algarabía fuera de lo común. Cuando terminaron, se marcharon con los carros llenos y con una felicidad que se adivinaba al contemplar las sonrisas que llevaban dibujadas en sus rostros.

Al llegar a casa, escribí un artículo que podéis leer aquí. Y al día siguiente, aún impresionado por lo que había visto, escribí un poema. Los hechos daban para un relato corto e incluso para una novela. Como tenía las bases de un certamen de Poesía Social, envié el poema para el concurso. Y hace unos días me comunican que he ganado el segundo premio, lo que me ha hecho especial ilusión, ya que tenía galardones en Novela Corta y Relato Corto, pero es el primer premio en Poesía, un género, que me parece Literatura en estado puro.

Os dejo aquí el poema premiado en el II Certamen de Poesía Social Julia Guerra, organizado por el Ateneo Republicano de Algeciras. Espero que os guste.

La fiesta de las sobras

La gente ya se retira,

ha oscurecido hace tiempo,

el frío se filtra hasta los huesos,

y anuncia el invierno.

A ellos no les importa,

ya no sienten el frío ni las horas,

ellas charlan y se ríen

mientras los niños

juegan, ríen y lloran.

Les miro, extrañado,

no sé lo que buscan,

ni lo que esperan,

fumo un cigarro observando,

calibrando sus esperanzas.

Hablan con alegría,

perdieron su tristeza

en alguna acera olvidada,

en un tiempo impreciso.

No entiendo nada,

hablan otra lengua,

pero no hace falta,

su felicidad casi contagia.

Están de pie,

se apoyan en la fachada,

blanca como la nieve,

pura como sus almas.

Nadie repara en ellos,

ni ellos se fijan en nada,

son mujeres maduras,

con sus niños, muchos niños,

y sus cabezas tapadas

con pañuelos de amargura.

Sigo observando,

¿qué esperan?

no deduzco nada,

hablan con palabras extranjeras,

palabras para mí extrañas,

los niños corretean,

por la acera y por la calzada.

La curiosidad me invade,

enciendo otro cigarrillo,

y miro a la gente

que se retira a sus casas,

encogidos por el frío,

pero ellos no se encogen,

esperan y hablan y ríen,

y no comprendo nada.

¿Es que ellos no tienen frío?

¿Es que no tienen casa?

¿Dónde están sus maridos?

¿Qué esperan tan felices con tanta calma?

El frío arrecia,

la noche avanza,

se me hace pesada la espera,

a pesar de mi abrigo,

a pesar de mi vida,

que apenas abriga esperanzas,

ellos llevan blusas,

y ni siquiera tiemblan,

sonríen, charlan,

y ellos sí,

están llenos de esperanza,

no me hago idea de lo que esperan,

con tanta placidez en sus caras.

Ya no hay gente en la calle,

sólo los que esperan,

y el que observa,

cada vez más cansado,

con más frío,

pero con la curiosidad intacta,

del que ve la alegría

de unos rostros,

y en el suyo indiferencia,

y desesperanza,

aunque posea un abrigo

y aunque tenga una casa.

De repente hay movimiento,

cesan las risas,

cesa la charla,

y todos se arremolinan

alrededor de un hombre,

con ropas del que trabaja,

que empuja un cubo mugriento

y que lo deja en la calzada.

Las mujeres abren la tapa,

y vuelcan el contenido

en las baldosas calladas,

sobre las que los niños corren

gritando en triunfal algarada.

Sus madres meten en bolsas

la comida caducada,

vacío el supermercado,

y las bolsas que rebosan,

conejo que ya no vale,

pan de molde de tostadas,

comida que no se paga,

pero que irán igualmente,

a las bocas de esos niños

de familias desamparadas.

Apago mi cigarrillo

y regreso con el frío incrustado en mi espalda,

a la cocina de mi casa.

Mientras preparo la cena

con comida ésta sí, pagada,

me propongo dibujar,

aunque sea en mueca calma,

una sonrisa en mi cara.

Y con la nevera llena

y cuatro paredes por casa,

me obligo a albergar

una brizna de esperanza.

martes, 2 de febrero de 2010

El documento Saldaña, de Paco Gómez

“El documento Saldaña” llegó a mis manos no por casualidad. Conocí al autor,Pedro de Paz, al asistir a una conferencia sobre Novela Negra impartida por varios autores del género en el Instituto Cervantes que él moderaba, dentro de los actos organizados en el ámbito de Getafe Negro. Luego me lo encontré en la librería Estudio en Escarlata, en la presentación de “Impar y Rojo”, de Oscar Urra. Como me pareció un tipo interesante, paso a menudo por su blog, cuyos contenidos son siempre frescos y elegidos y tratados con la locuacidad y la inteligencia que le caracterizan. Cierto día, haciendo un hueco entre la pila de lecturas que tengo pendiente, compré“El documento Saldaña”, su tercera novela, y tengo que decir que el día que decidí hacerle ese hueco estuve bastante lúcido, porque la novela es una delicia.

Pedro pertenece a esa generación de escritores nacidos en los sesenta que actualmente están publicando intentando dar a conocer sus obras en un mundo, el literario, difícil, lleno de tópicos y de escritores encumbrados pertenecientes a otras generaciones. Irrumpen en el mercado en la presente década luchando contra los molinos de viento anclados en el campo literario. Podríamos decir que se abren paso a machetazos, irrumpiendo en premios, editoriales y agencias literarias con la fuerza de sus narraciones, inspiradas en tipos como Chandler, Reverte o Juan Madrid. Y, a día de hoy, podemos decir que, con mayor o menor suerte, están ahí, con sus novelas en las librerías, dando conferencias, cursos y realizando presentaciones.

Pedro escribió en 2004 su ópera prima, “El hombre que mató a Durruti”, y consiguió el primer premio en el I Certamen Internacional “José Saramago”. La novela suscitó cierto interés tanto por la buena construcción de la trama como por su interés histórico y el trabajo de documentación. Fue traducida al inglés y lanzada al mercado anglosajón. En 2006 se publica su segunda novela, “Muñecas tras el cristal”, y participa en una antología de relatos titulada“La vida es un bar”. Su tercera novela, “El documento Saldaña” (2008), publicada por Planeta y, posteriormente editada por Círculo de Lectores en una edición especial de club, constituye hasta ahora su mayor éxito editorial. Y el año pasado, la editorial Salto de Página, acude a él para que participe en una antología de relatos policiales titulada “La lista negra. Nuevos culpables del policial español”, libro que reúne a Pedro con los principales compañeros de generación: Domingo Villar, Oscar Urra, Carles Quílez, José Ángel Mañas, Luis García Jambrina, etc.

“El documento Saldaña” pertenece al género negro policial pero no es sólo eso. Pedro se ciñe a los cánones pero también construye una novela de Intriga Histórica magníficamente documentada. Su personaje, Miguel Cortés, sin duda, es chandleriano, ejerce de detective, divorciado y de personalidad marginal, pero sólo circunstancialmente y casi por casualidad, ya que realmente su ocupación es la de persuasor de tipos que no pagan sus deudas, cobro de impagados, como el Toni Romano de Juan Madrid. Le contrata gente sin escrúpulos pensando que el asunto le va a venir grande, pero él no se achica, al contrario, resuelve el caso como no lo habría resuelto nadie, a su manera, que resulta de lo más efectiva. El personaje, fruto del divorcio y de diversas relaciones fallidas, ejerce la típica misantropía del detective de los cánones del género, pero finalmente acaba enamorándose y enamorando, protagonizando una de las subtramas de la novela que sin duda es una historia de amor. El autor tiene la habilidad de prolongar los momentos de tensión, llevando al lector a viajar entre los párrafos con un suscitado interés por ver como acabará cada capítulo, en los que Pedro nos va dando una alternancia en la trama entre los protagonistas y sus antagonistas, que son malvados, malos de verdad. El final es apoteósico e inesperado. Cuando el lector cree que la novela ya se ha acabado, Pedro nos obsequia con unas cuantas páginas más en donde acaba de atar cabos que habían quedado sueltos, resolviendo la novela con una elegancia fuera de lo común.

Cuando uno lee una novela como “El documento Saldaña”, no queda más remedio que anotar el evento, quedarse con el nombre del autor y procurar seguirle de cerca para ver cuándo vuelve a publicar para deleite de todos. Me queda la duda de si en su próximo libro nos dará la oportunidad de seguir las peripecias de Miguel Cortés o si, por el contrario, nos sorprenderá con algo totalmente nuevo. En cualquier caso, yo querré leer ese libro.

Enhorabuena, escritor.