Poemario NO TARDES EN VOLVER A LA CRISTALERA DEL TIEMPO, de Virtudes Reza. EDITORIAL LEDORIA

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El círculo alquímico, de Paco Gómez Escribano. Editorial Ledoria. I.S.B.N.: 978-84-95690-73-9. A la venta en enero.
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viernes, 23 de noviembre de 2012

Cerdos y gallinas, de Carlos Quílez, por Paco Gómez

             
La primera y única vez que vi a Carlos Quílez fue en una mesa redonda celebrada en la Fundación Julián Besteiro, en Madrid. La mesa llevaba el sugerente título de “Límites y contaminación entre la realidad y la ficción. ¿Periodista de día y novelista de noche?”. Moderada por el librero arquetípico Paco Camarasa, hablaron por este orden, Juan Madrid, Rafael Reig y Carlos Quílez, exponiendo sus particulares puntos de vista sobre el oficio de periodista. Y los tres coincidieron en manifestar las dificultades de los profesionales libres en los medios de comunicación, controlados cada vez más por intereses políticos y empresariales, cada vez más siniestramente fusionados. Luego vino el turno de preguntas y yo expuse que, lógicamente, no todos los novelistas son periodistas, pero que cada vez son más los que cambian el oficio de la columna, la crónica o el reportaje por la novela. Ante mi pregunta de que si la novela era el último territorio de la libertad de expresión del periodista la respuesta fue contundente: “”. Después silencio. “Es que no te podemos decir más –decía Carlos Quílez-, es que lo has clavao”.

             
El maestro Juan Madrid, reciente ganador del premio de novela Fernando Quiñones, se levantó de la mesa y me propuso echar un cigarro fuera. Nos acompañó Rafael Reig, al que habían cesado hacía poco del diario público. Nos estuvo contando los motivos, que me reservo por la privacidad de la confidencia, pero ya podéis imaginar. Él era en esos momentos el vivo ejemplo de la falta de libertad de prensa en los medios. Perdimos un columnista político excepcional, pero ganamos un columnista cultural de lujo que desde entonces escribe en el suplemento cultural de ABC. Pero también él, como Carlos Quílez, cada vez más ha dirigido sus pasos hacia la novela, ganando incluso el prestigioso premio Tusquets.

             
“Cerdos y gallinas” (Editorial Alrevés) nos habla de corrupción política, periodística y policial de forma cruda, una novela muy acorde con los tiempos, y Carlos Quílez se explaya a fondo. Utiliza el terreno de la ficción para llevarnos hasta las mismísimas cloacas de la sociedad haciendo estremecer al lector, y eso que todo ciudadano bien informado sabe que la realidad supera a la ficción con creces. Para ello utiliza como hilo conductor a la personaje protagonista, la periodista Patricia Bucana, que ya utilizó en su novela “La soledad de Patricia” (Premio Crims de tinta 2009). Patricia se mueve entre confidentes que dominan los bajos fondos, y también obtiene información de la Guardia Civil, Policía Nacional y Mossos d’esquadra, no tan bien avenidos como nos quieren hacer ver desde las administraciones públicas. La trama comienza con la desaparición de un alijo de droga y termina con el caso de corrupción de un político aspirante a President de la Generalitat. Entre medias, los hechos se van sucediendo de forma vertiginosa, sucesos aislados que vistos desde una perspectiva global, forman una tela de araña difícil de desentrañar que solo la frialdad y la sagacidad de la periodista conseguirán esclarecer.
            Carlos Quílez nos muestra un mundo cerrado, con su propia jerga, con sus propias reglas, en el que la frontera de lo legal y lo ilegal se entrecruzan en multitud de ocasiones. Jueces y policías corruptos se dan la mano con directores de periódicos cuya moralidad es más que dudosa, en clara complicidad con políticos que, más que servir a la ciudadanía, se sirven a ellos mismos. Y lo hace con un estilo directo, como si escribiera a navajazos, con unos diálogos que por momentos ponen los pelos de punta, metiéndonos en los entresijos de la delincuencia merced a una gran labor de documentación en la que seguramente ha jugado un papel transcendental su puesto de director de Análisis de la oficina Antifraude y Contra la Corrupción de Catalunya.
            Una novela negra, negrísima, altamente recomendable y, como decía antes, muy actual en donde el sistema es atacado desde dentro y desde fuera. Un caso, resuelto por la integridad de Patricia y de unos funcionarios que en más de un caso han de enfrentarse a compañeros y superiores jugándose algo más que su propio trabajo.
 

            Comentar una vez más el acierto de Alrevés, que ha conseguido aglutinar a un grupo de escritores que tienen mucho que decirnos a través de su narrativa. Es difícil equivocarte si eliges una novela al azar de esta editorial y a las pruebas me remito: (Julián Ibáñez, Andreu Martín, Luis Gutiérrez Maluenda, Susana Hernández, Jordi Ledesma, Gonzalo Garrido, Víctor del Árbol, etc., y ahora Carlos Quílez).

Carlos Quílez Lázaro (Barcelona 1966), licenciado en Periodismo por la Universidad de Barcelona, máster en Periodismo Judicial por la Universidad Autónoma de Madrid, es director de Análisis de la oficina Antifraude y Contra la Corrupción de Catalunya, y autor de las siguientes novelas y relatos de no ficción: Atracadores, Asalto a la Virreina (junto a Andreu Martín), Psicópata, Piel de policía (también junto a Andreu Martín), Mala vida (ganador del premio Rodolfo Walsh de la Semana Negra de Gijón, 2009), y La soledad de Patricia (premio Crims de Tinta, 2009).

sábado, 3 de noviembre de 2012

Sorteo de mi novela "Al otro lado"


¿Quieres conseguir mi novela "Al otro lado" gratis? Pues este es tu sorteo.

Bases:

1. Compra mi novela en Estudio en Escarlata (91 543 0534) o en la librería de Cecilia (913 730 653) y especifica que te la manden dedicada. Mi dedicación con mi firma, será como tu recibo de participación en el sorteo.

2. Me envías un e-mail a sorteoalotrolado@yahoo.es, especificando en el asunto: sorteo. En el cuerpo del mensaje me pones en dónde lo has encargado y lo que te apetezca.

3. El premio: El premio consiste en 20 euros en metálico y una bandeja de jamón ibérico del Eroski de mi barrio que te enviaré donde me digas.

4. La fecha tope para participar es el 31 de diciembre.

5. No somos na...

sábado, 20 de octubre de 2012

Al otro lado, por Paco Gómez




Cuando me planteé escribir esta novela, pensé en algunos temas que me habían marcado como lector: las órdenes de caballería, las órdenes herméticas europeas (Golden Down, órdenes de rito masónico, etc.) y en las otras realidades que plantean los chamanes desde Sudamérica a la estepa rusa, pasando por África, Oceanía y sin pasar por alto la propia tradición druídica europea. Desde que era un joven apasionado y soñador, quizá prematuramente desilusionado por la realidad que me rodeaba, me llamaron la atención filosofías que promulgaban otras dimensiones más elevadas a las que todos podríamos tener acceso, siempre que fuera a través de la experimentación, no de la fe. Por eso nunca fui muy religioso, porque eso de creer en lo que dicen unos y otros por el artículo treinta y tres no va conmigo. A pesar de todo, en mis novelas siempre salen curas, obispos y en esta última hasta el Papa, la ignorancia es muy atrevida.

  
Yo no me inicié en la lectura con el Quijote ni con los clásicos, me aburrían someramente. Mi padre fue toda la vida un obrero y mi madre una ama de casa. Lo que quiere decir que en mi casa no había estanterías de caoba repletas de libros. En mi calle había charcos y barro en invierno, y tierra reseca en verano. Pero había biblioteca, en la que te podías refugiar cuando hacía frío o calor. Así que un día llegó a mis manos un tomo de cuentos de Poe. Más tarde vinieron Castaneda y Lobsang Rampa. Después Michael Ende y King.

  
Por eso, tanto en mi novela “El círculo alquímico” como en la nueva, “Al otro lado”, publicados ambos por la editorial Ledoria, hay mucho de esos mundos que yo me imaginaba de joven, mundos que trascienden la realidad ordinaria para enseñarnos lo que no se puede percibir en el estado de vigilia. “Al otro lado” nos describe el relevo generacional de un grupo que maneja todos estos conceptos. He fusionado chamanismo con tradición hermética europea, escribiendo algo que yo pienso que nadie había escrito todavía, siempre en el terreno de la ficción. Hay pasajes históricos, pero no quería escribir una novela histórica, sino actual. Por eso la trama empieza con una periodista que quiere escribir una novela sobre su abuelo, que murió en un campo de prisioneros francés al término de la Guerra Civil. Para ello, Carmen concierta una entrevista con un anciano que también estuvo en el campo de Vernet y que dice 
haber conocido a su abuelo. Pero el anciano no es en realidad quien dice ser y deja impresionada a la periodista con un tema que no voy a desvelar por no destrozar la trama ante los lectores y que será el que escoja la periodista para escribir su novela. Pronto se dará cuenta de que la novela es un ardid del anciano para atraerla a una misteriosa casa de Serrano que es una de las sedes de la organización cuyo maestrazgo ostenta él mismo. Carmen y su amigo Juan Carlos, historiador que le ayudará en la documentación, pronto descubrirán que en la casa no están solo ellos, sino un grupo cuyos componentes, de la más variada procedencia, serán compañeros suyos en la andadura de relevar al antiguo grupo en la organización.

  
La trama está centrada en Madrid, pero también en Burgos, en el condado de Cork (Irlanda), Roma y Asturias, ya que siempre hago viajar a mis personajes, física y espiritualmente. De todas formas, no es una novela que se adentre en profundidades filosóficas. Mi intención siempre es la de entretener al lector con una historia que se pueda leer en casa, en el Metro o en la consulta del médico. Y si lo consigo con esta nueva novela, si consigo una sonrisa en un lector o un mensaje de agradecimiento por haberla escrito, mi misión estará cumplida.


Unas pinceladas biográficas:

Tengo 46 años, así que ya he visto unas cuantas cosas. Desde hace veinte imparto clases de Electrónica y Electricidad en un instituto público. Hace relativamente poco empecé a escribir novelas. También escribo relatos, poemas y canciones. Además toco la guitarra, la batería y canto. Actualmente toco en diversos garitos (donde me dejan) con Rock & Books (con los compañeros escritores Pedro de Paz y Javier Márquez).
En 2010, la Editorial Ledoria publica mi primera novela, "El círculo alquímico". Esta misma editorial sigue confiando en mí, y este mes de octubre de 2012 quedará en mi recuerdo por la publicación de mi segunda novela, "Al otro lado". Ambos son una fusión de géneros, aunque han sido clasificados como thrillers esotéricos. He ganado premios de novela corta y poesía y he sido finalista en muchos. Hay relatos y poemas míos en una buena cantidad de antologías. Pero no os fiéis de los premios. Yo hace tiempo que he dejado de participar en ellos. Leed mis novelas y, si os entretienen, yo me doy con un canto en los dientes.
Me lo paso bien escribiendo, así que amenazo con seguir haciéndolo. Desde mi punto de vista no hay nada comparable con la música y la literatura. Lo jodido es que nunca dejas de aprender, que mola, no digo que no. Pero a veces también es una jodienda por el esfuerzo que implica. No vivo de la música ni de mis libros. Hacerlo es jodidamente complicado. ¿Que si me gustaría? Sería el tipo más feliz del mundo.

jueves, 11 de octubre de 2012

Invasor, de Daniel Calparsoro, basada en la novela de Fernando Marías, por Paco Gómez


Película: Invasor. Dirección: Daniel Calparsoro. País: España. Año: 2012. Género: Thriller. Interpretación: Alberto Ammann, Antonio de la Torre, Inma Cuesta, Karra Elejalde. Guion: Javier Gullón y Jorge Arenillas. Producción: Juan Gordon, Emma Lustres y Borja Pena. Música: Lucas Vidal. Fotografía: Daniel Aranyó. Montaje: David Pinillos. Diseño de producción: Juan Pedro de Gaspar. Distribuidora: Buena Vista International Spain. Estreno en España: 30 Noviembre 2012.

Pocas han sido las veces que he salido del cine tan satisfecho de ver una película. Me suele pasar con el cine americano, sobre todo con los clásicos o con aquellas películas que prometen serlo. No tengo nada en contra del cine español, más bien al contrario, aquí hay más, mucho más talento del que se muestra. La diferencia entre el cine americano y el español es la abismal diferencia de presupuestos, nada más.
En “Invasor”Pablo, un médico militar del ejército español y Diego, su enfermero, a los cuales dan vida de forma magistral Alberto Ammann y Antonio de la Torre respectivamente, sufren un atentado en la guerra de Irak de 2003. Sobreviven y tienen que buscarse la vida, solos y heridos. Después de caminar kilómetros por una tierra inhóspita y desierta, llegan a un poblado. Sin saber muy bien si sus habitantes serán insurgentes o gente pacífica, no tienen más remedio que encaminar sus pasos hacia la primera casa que se encuentran. Lo que allí ocurre es lo que pasa en todas las guerras, hechos producidos por el terror y el miedo humanos llevados al límite.
Cuando Pablo despierta, ya en su ciudad natal, empieza a recordar. Y lo que recuerda no le gusta. Aún menos le gusta el empeño del ministerio en considerarlos héroes. A partir de aquí, todo su empeño es encontrar a Pablo, que le esquiva en varias ocasiones hasta que no tiene más remedio que recibirle. Ambos tendrán que elegir entre ser héroes condecorados y millonariamente indemnizados o ser fieles a sí mismos y ser proscritos.
La película tiene un ritmo trepidante a pesar de recurrir a la técnica del flashback para narrarnos la historia. Mantiene al espectador en tensión durante todo el tiempo que dura la proyección. Incrementan la angustia los primeros planos de los personajes protagonistas, llenos de medias barbas y gotas de sudor que trasladan el sufrimiento de los personajes a los espectadores de manera automática. Mención especial merecen los planos aéreos que permiten ver paisajes y personajes desde otra perspectiva, nada habitual en una película comercial.
“Invasor” de Daniel Calparsoro, está basada en la novela del mismo título de Fernando Marías, quien ha quedado muy contento con el resultado de la película, a pesar de que esta es fiel al libro solo hasta la mitad. Mientras Marías camina en la novela hacia un desenlace sobrenatural o paranormal, la película lo hace hacia un trhiller de intriga con connotaciones políticas. A quienes quedaron prendados de la novela, la película le ofrece un final alternativo.
Por lo demás, nada que objetar. Si queréis ver una buena película, no os va a quedar más remedio que pasaros por el cine a partir del 30 de noviembre.

Fernando Marías: En 1975 se trasladó a Madrid con la intención de estudiar cine, estableciéndose en esa ciudad. Comenzó en la narrativa escribiendo guiones para la televisión, destacando entre ellos la serie de falsos documentales Páginas ocultas de la historia. En 1990 escribió su primera novela La luz prodigiosa, comenzando su carrera como novelista.

Obra narrativa:
La luz prodigiosa (1990).
Esta noche moriré (1992).
Páginas ocultas de la historia (1997), escrita en colaboración con el también escritor bilbaíno Juan Bas.
Los fabulosos hombres película (1998).
El niño de los coroneles (2001).
La batalla de Matxitxako (2001).
La mujer de las alas grises (2003).
Invasor (2004), Premio Dulce Chacón de Narrativa Española, 2005.
Cielo abajo (2005).
El mundo se acaba todos los días (2005).
Zara y el librero de Bagdad (2008), Premio Gran Angular, 2008.
Todo el amor y casi toda la muerte (2010), Premio Primavera, 2010.
El silencio se mueve (2010).

Guiones cinematográficos:
El segundo nombre (2001)
La luz prodigiosa (2002)

Antologías de cuentos
Steampunk: antología retrofuturista. Selección de textos y antólogo: Félix J. Palma. Relatos de Óscar Esquivias, Fernando Marías, José María Merino, Juan Jacinto Muñoz Rengel, Andrés Neuman, Fernando Royuela, Luis Manuel Ruiz, Care Santos, José Carlos Somoza, Ignacio del Valle, Pilar Vera y Marian Womack. Ed. Fábulas de Albión, 2012.


Daniel Calparsoro: Nace el 1968 en Barcelona. Aunque a los pocos meses se trasladó su familia a San Sebastián. Compaginó sus estudios de cine con los de ciencias políticas en Madrid, su formación cinematográfica la realizó en Nueva York.
Se dio a conocer en España como director con Salto al vacío en 1995 protagonizada por su ex mujer Najwa Nimri. Su vida profesional y su vida personal ha estado muy ligada a esta mujer, en la actualidad comparte su vida junto a la actriz Patricia Vico con la que tuvo un hijo, Hugo.

Filmografía:
Año       Película
2012      Invasor
2010      Tormenta (telefilme)
2010      Inocentes (telefilme)
2009      La ira (telefilme)
2008      El castigo (telefilme)
2005      Ausentes
2002      Guerreros
1999      Asfalto
1997      A ciegas
1996      Pasajes
1995      Salto al vacío

Televisión:
Tormenta (2010), miniserie de televisión, como guionista y director. Producida por New Atlantis.
El castigo (2008), miniserie de televisión, como guionista y director. Producida por New Atlantis.
La ira (2009), miniserie de televisión, como guionista y director. Producida por New Atlantis.
Inocentes (2010), miniserie de televisión, como guionista y director. Producida por New Atlantis.

martes, 9 de octubre de 2012

Contra las cuerdas, de Susana Hernández, por Paco Gómez

“Contra las cuerdas” (Alrevés editorial), de Susana Hernández, es la segunda entrega de las subinspectoras de policía Miriam Vázquez y Rebeca Santana, tras curvas peligrosas” (Odisea Editorial, 2010). En su ópera prima policial, las subinspectoras investigaban la aparición en un contenedor próximo al parque del Tibidabo del cadáver de una disminuida psíquica. Rebeca acababa de salir de la academia y tuvo que luchar con el carácter huraño de Miriam, más mayor y experimentada que ella, y con las burlas de algunos compañeros por su condición de homosexual. “Curvas peligrosas” dejaba buen sabor de boca y olía a saga. No solo por la trama policial, resuelta por las dos subinspectoras que finalmente logran congeniar, sino por la caracterización de los personajes y el tránsito de estos por los paisajes urbanos de una Barcelona cuyas miserias Susana saca de la trastienda para mostrárnoslas en su más cruda realidad.

En “Contra las cuerdas”, las dos policías investigan a un asesino en serie que viola a sus víctimas con un cuchillo para terminar matándolas por estrangulamiento. Los personajes vuelven a ser complejos y Rebeca se lleva el papel de protagonista principal. Susana ahonda en las profundidades de su psiquis y nos ofrece todo un repertorio de sus problemas personales, con su novia, con su madre convicta y con ella misma. Utiliza la técnica del narrador omnisciente aunque centra la narración en la subinspectora Santana, un personaje con mucha fuerza que no deja de sorprendernos volviéndose a levantar cada vez cuando las vicisitudes de su vida personal y laboral la tumban. Esta técnica permitiría a la autora centrar los capítulos en diversas escenas, pero Rebeca, como digo, tiene el suficiente imán para acaparar ella sola la dinámica narrativa. Solo en algunos capítulos de una página, la autora nos ofrece de forma lírica y magistral los pensamientos de alguien anónimo, aunque el lector imagina que es la chica cautiva en manos del psicópata, sexta víctima y alguien muy cercano al entorno de Santana.


Además, Rebeca tiene que luchar contra sus compañeros, porque pronto se da cuenta que los crímenes son demasiado sofisticados para la mente del sospechoso que tienen detenido. En la novela, nada es lo que parece, lo que traslada al lector una tensión y una incertidumbre que solo se verá resuelta en el desenlace, en el que además se resuelven algunas de las subtramas de tipo personal, ajenas a la investigación, pero que sin embargo no están de más, ya que influyen decisivamente en el día a día de la subinspectora Santana que, además de policía, es persona.

Siempre es reconfortante descubrir nuevos autores que dejan tan buen sabor de boca. A veces ocurre por casualidad. Otras, porque alguien te comenta. En mi caso fue porque sigo de cerca la trayectoria de la editorial Alrevés, una editorial que cuenta con el mérito de haber puesto en el mercado a Maluenda, Jordi Ledesma, Víctor del Árbol y a la propia Susana, entre otros.

Como dije anteriormente, los lectores estamos deseando ver cómo va evolucionando Rebeca Santana y su entorno, porque esto promete ser una de las sagas más famosas del policial español. Enhorabuena, Susana. Sigue con ello, no lo dejes.

Susana Hernández (datos tomados de la editorial Alrevés):

Nació en Barcelona. Estudió Imagen y Sonido e Integración Social y compagina estudios de Investigación Privada y de Psicología en la Universidad de Barcelona. Ha colaborado en varios medios de comunicación escritos, ejerciendo como crítico musical y redactora de deportes, así como en medios radiofónicos, y, actualmente, imparte cursos literarios y colabora en distintos medios como crítica literaria y redactora.

Ha publicado la novelas: La Casa Roja (Premio Ciudad de Sant Adrià 2005), La puta que leía a Jack Kerouac (Lesrain 2007 y, en formato ebook, LCLibros 2012), Curvas Peligrosas (Odisea Editorial 2010), que ha sido considerada por Lorenzo Silva una de las tres mejores novelas negras publicadas en 2010, y el libro de relatos Enamórate (Odisea Editorial 2012) junto a otros autores. Asimismo, sus relatos y poemas han sido incluidos en diferentes antologías y publicaciones literarias.

En su haber cuentan diversos premios de novela, relato y poesía: I Premio Poesía Lésbica Versales 2009, Finalista Premio de novela Katharsis 2009, I Premio Ciudad de Sant Adrià de Besòs de Novela 2005, Premio Contradiction 2003, Premio Villa San Esteban de Gormaz 2002, y Premio de relato «Mujeres» de Santa Cruz de Tenerife 2001, entre otros.

sábado, 29 de septiembre de 2012

Ruido de cañerías, de Luis Gutiérrez Maluenda, por Paco Gómez

Hablar de Luis Gutiérrez Maluenda es hablar de otra cosa, distinta, fresca y sorprendente. Me encontré con su obra por casualidad, como suelen ocurrir estas cosas, y desde entonces no he parado de leer sus novelas. Luis escribe novela negra con un estilo muy personal, lleno de humor. Su prosa, muy en el fondo, destila poesía, una poesía dedicada a los personajes de los bajos fondos de Barcelona que pueblan todas sus narraciones.
“Ruido de cañerías” (Alreves Editorial), es la tercera entrega del detective Atila, cuyo despacho está situado al fondo de un locutorio regentado por Lena, antigua amante de procedencia argentina y ahora felizmente emparejada y obsesionada con quedarse embarazada. Atila se sienta tras una mesa sobre la que tiene colocada una fotografía que un día compró en un todo a cien, en la que se puede ver a una mujer y a unos niños. Él piensa que esto da buena imagen para su negocio. El locutorio está poblado por todo tipo de fauna urbana, predominando los inmigrantes sin recursos, entre los que destaca el grupo de ecuatorianas denominado por él “Las adoradoras del ballenato”. Su actividad principal es el cotilleo y recelar de Atila.
Con estos mimbres, Atila se ha consolidado como uno de los detectives de referencia del Policial español por pleno derecho. “Ruido de cañerías” hace referencia al cuchitril en donde vive, un cuarto oscuro por donde pasan las bajantes de todos los vecinos, en el barrio del Raval. En ella, el detective recibe el encargo anónimo de investigar al presidente del Barça en lo que parece una conspiración para frenar sus aspiraciones políticas. Entre la decisión de abandonar el caso o aceptarlo, elige la segunda opción, dada la insólita cantidad de dinero que le ofrece su cliente. Por otro lado, una pareja de vecinos brasileños amigos suyos mueren en extrañas circunstancias y el caso es archivado con demasiada premura, tanta, que Atila no se cree la versión oficial. Las investigaciones de ambos casos se cruzarán, relacionándose entre sí y llevando al detective a investigar los chanchullos de una asociación de inmigrantes con intereses económicos y políticos que será clave en la investigación.
Las situaciones ácidas, el cinismo, el sentido del humor y el escepticismo, siempre presentes en la personalidad de Atila, hacen que la lectura sea, más que amena, vertiginosa. El detective sigue haciendo equilibrios entre su afición al whisky Vat 69 y su amor por Valentina (“lo más parecido a la mujer de su vida que hay en su vida”). Luis describe como nadie las calles del Raval, pobladas por delincuentes de poca monta, putas pasadas de vueltas y personajes, en general, bastante marginales y desfasados, pero que, en el fondo, conservan una buena dosis de corazón.
Los renglones de Luis recuerdan indefectiblemente a Raymond Chandler y a sus personajes, con sus luces y sus sombras. Su mérito es haber trasladado esos paisajes del padre de la Novela Negra a los paisajes de la Barcelona actual, sumida en esta crisis global que es un filón para construir las tramas de sus novelas, escritas, por otra parte, con un estilo ágil y muy personal. Desde mi punto de vista, Luis es uno de los mejores escritores del género con el que poder toparse desde la perspectiva del lector.
Parece que Atila tendrá continuidad gracias a sus propios méritos, pero también a la sagacidad de la Editorial Alreves, que ha sabido ver en él a uno de los detectives de referencia del Policial español, como ya mencioné anteriormente. Atila no es la única creación de Luis, ya que todavía se pueden conseguir las novelas del “Humphrey”, otro de sus detectives que está a la altura de Atila, con su propio universo narrativo. Si bien Atila ha encontrado continuidad gracias a los de “Alreves”, el “Humprhey” no tuvo tanta suerte a nivel editorial, algo incomprensible. Por muy buena que sea una novela, siempre hace falta esa pequeña dosis de buena estrella.
“Ruido de cañerías” ya está a la venta. Se puede leer independientemente de las dos anteriores, aunque yo os recomendaría la lectura de todas. En general, os recomiendo la lectura de toda la obra de Luis. Antes dije que era uno de los mejores escritores de Novela Negra de este país. ¿El mejor? A vosotros os toca decidirlo. Yo lo tengo claro.

El autor: Después de dedicarse buena parte de su vida a ejercer de ejecutivo informático, decide abandonar para escribir novelas de género negro. Su primera novela, Putas, Diamantes y Cante Jondo, fue finalista del premio Mejor Primera Novela de 2005 otorgado por la Asociación de Novela Negra y Policíaca Brigada 21. Otras de sus novelas son 806 Solo para adultos, finalista del premio Yoescribo.com, Música para los muertos (2007) y Una Anciana Obesa Tranquila (2009). Ha publicado también ensayos y cuentos en diferentes medios culturales, como las revistas El coloquio de los perros y Prótesis o el fanzine LH’ Confidential; su cuento «Harlem» figura en la antología La Lista Negra que reúne a los nuevos valores de la novela policíaca española. Asimismo, su conferencia sobre la importancia del jazz y el blues en la novela negra, se incluye en el libro Geografías en Negro. Complementa su tiempo asistiendo como invitado a conferencias y mesas redondas en torno a su tema preferido, novela negra, jazz y blues.

(Biografía obtenida de Al revés editorial)

Novelas:

Ruido de cañerías, 2012


Un caniche blanco muerto, 2012

Los muertos no tienen amigos, 2011

Mala hostia, 2011

El árbol bajo el que siempre llueve, 2011

Un origen salvaje, 2011

Una anciana obesa y tranquila, 2009

Música para los muertos, 2007

Putas, diamantes y cante jondo, 2005

jueves, 27 de septiembre de 2012

El pensamiento único, por Paco Gómez

De un tiempo a esta parte, el pensamiento único se ha instalado en nuestra sociedad. Se nota en todos los ámbitos y se refleja en la prensa cada día. Tertulianos que, además de estar en radio y televisión, escriben su columna diaria o semanal, se dedican a defender con uñas y dientes los intereses de los medios a los que sirven y van moldeando las mentes de los que adolecen de pensamiento crítico. Estos comentaristas de lo diario que lo mismo opinan de la guerra de Irak que del hundimiento de la bolsa en Moldavia, no entienden de nada. Más bien son artistas de la retórica, trileros del birlibirloque demasiado bien remunerados, profanadores de la santa profesión que debería ser el periodismo. Tanto, que están tan alejados de la realidad del resto de los mortales como los políticos, banqueros y empresarios capitalistas a los que defienden.
¿Qué ocurre? ¿Qué no hay periodistas que sepan escribir y debatir? Los hay. Muchísimos. Pero no tienen los contactos necesarios para acceder a los grandes medios. Tampoco durarían mucho en ellos si lo que pretendiesen fuera ejercer la libertad de expresión. El otro día pude seguir la manifestación en torno al Congreso por las excelentes fotos de Reuters. Tanto las emisoras españolas como los periódicos on-line, daban una información bastante sesgada. Para la mayoría de los medios españoles, lo del pasado martes fue una perroflautada más o menos organizada, nada más lejos de la realidad. El Gobierno estaba preocupado por la imagen de España ante los mercados. Incluso ayer, nuestro presidente, el señor Rajoy llamaba patriotas a aquellos que se quedaron en sus casas.
Voy cumpliendo ya unos años, cada vez más, como todo quisqui. En mi vida había visto tanto surrealismo en el Gobierno y en los medios. ¿Qué pasa, señor Rajoy, que ahora el que protesta es un antipatriota? ¿No será que está ejerciendo su derecho constitucional a manifestarse? ¿Y no será que a lo mejor está cabreado porque se ha quedado en paro junto a su mujer y no tiene ni para comer?
Lo extraño es que en este tipo de concentraciones no haya un millón de personas en vez de las decenas de miles que aguantaron el festival perroflautil (que agredieron a los policías) y policial (estos agredieron a todo el que se ponía por delante, llevara o no rastas). Porque lo cierto es que, señores políticos, señores banqueros y señores periodistas del pensamiento único, con permiso de los señores, lo cierto es que no han sido los ciudadanos los que han causado esta crisis.
Otra de las pautas que a estas alturas ya se dan por sentadas es considerar de izquierdas a quienes piensan diferente al canon impuesto, criminalizar al que protesta, tachándole de sectario o de reliquia obsoleta, aunque las opiniones vertidas sean construidas desde el más estricto sentido común. Lo hace Rajoy y lo hizo Zapatero en sentido opuesto, ambos responsables de la falsa democracia de la que creemos gozar y que no es nada más que un bipartidismo apoyado en nacionalismos que se deleitan de una injusta ley electoral impuesta sin paliativos.
La lucha, el sentido común y la lógica, lejos de ser términos obsoletos, como nos quieren hacer creer, está hoy más vigente que nunca, mucho más cuando el pensamiento único se cuela hasta por las rendijas de nuestras ventanas.

sábado, 22 de septiembre de 2012

El tiempo esférico, de Virtudes Reza




El tiempo apuntado
por el pellizco no mirado
de un vientre
que saluda al mundo,
que saluda a Madrid,
en cada paso cortado,
en cada paso reconstruido.

El tiempo en un hilo
sostenido de aire,
sostenido de ilusiones gemelas
en lo infinito del abismo,
en Gala presente,
en lo minúsculo de un corazón que no existe, de un corazón regalado.

Retazos de piel volada,
sostenida en picos,
que divisan cabellos cortados
y pensamientos volátiles
que miran un centro esférico.

El tiempo en equilibrio,
el tiempo en caderas enjauladas
sobre adoquines de letras,
sobre tobillos de vidas,
sobre alas de palabras
en boca trasera.

El tiempo en recorrido
de vértebras sinusoides,
en busca de la verdad
de un nombre,
de un amor,
de espaldas olvidadas,
de miradas recordadas.

El tiempo flexionado
en extremidades infértiles
de juegos lanzados al sol
y suspiros que apartan la tristeza
en el destierro de la melancolía.

El tiempo en mil caras,
en mil posturas
de la mente adimensional,
de sueños dalinianos adimensionales entre sombras de fondo,
entre dólmenes sin buhardilla, entre buitres de ladrillo
y árboles de piedra
que revocan la soledad

de madrugadas frías. 


Virtudes Reza
Poemario "No tardes en volver a la cristalera del tiempo" 2012
Editorial Ledoria

lunes, 10 de septiembre de 2012

Al otro lado (Editorial Ledoria), mi nueva novela, por Paco Gómez

Mi nueva novela ya está lista. He hecho las últimas correcciones y ya tengo portada que, por cierto, me gusta bastante. Se titula “Al otro lado” y vuelvo a publicar con la Editorial Ledoria. Estará en las librerías a finales de septiembre o principios de octubre. Han sido meses de trabajo, de pensar, de documentación. Pero cuando todo acaba, cuando sabes que en breve estará en las librerías, sientes algo por dentro difícil de explicar.
Estoy muy contento, porque en tiempos de crisis, es más difícil publicar. Y el que alguien, de nuevo Ledoria, confíe en ti, es digno de agradecer. Espero que cuando la tengáis entre vuestras manos, disfrutéis de su lectura.

SINOPSIS:

Carmen, una joven periodista, decide escribir una novela sobre los campos de prisioneros franceses en el periodo posterior a la Guerra Civil, ya que su abuelo murió en el de Vernet. Para ello, concierta una cita con un misterioso anciano que asegura haber estado prisionero en el campo y que dice haber conocido a su abuelo. El encuentro marcará la vida de Carmen y de su amigo Juan Carlos, que decide ayudarla en la escritura del libro, ya que el anciano le cuenta lo que ella quería, pero también le informa de un viejo manuscrito medieval que llegó a su poder en el campo a través de un soldado. Ella queda tan fascinada por el manuscrito que decide cambiar el argumento de su novela para tratar en ella aspectos reflejados en ese manuscrito. En ese momento, tanto Carmen como Juan Carlos, ignoran que ya conocen al anciano y al resto de personajes con los que les tocará tratar en el proceso de documentación y tendrán que enfrentarse a cientos de recuerdos perdidos en alguna parte de su memoria. Juntos se tendrán que enfrentar a sí mismos y a quienes intentarán evitar que consigan sus objetivos. A partir de aquí, ambos inician un viaje que les llevará a Burgos, al condado de Cork en Irlanda y finalmente a una casa llena de magia en pleno centro de Madrid, sede de una sociedad ancestral, en donde vivirán junto al resto del personajes experiencias que jamás habría pensado que pudieran ocurrir ni en el más fantasioso de sus sueños.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Narcolepsia, de Jordi Ledesma, por Paco Gómez

“Narcolepsia” (Editorial Alrevés, 2012) es la primera novela de Jordi Ledesma. Su calidad la ha llevado a ser finalista del Premio Silverio Cañada a la mejor primera novela negra escrita de la presente edición de la Semana Negra de Gijón. Con este aval y el de la editorial Alrevés, que está publicando muchos de los títulos más interesantes del género, se presenta en sociedad este escritor cuyo éxito seguramente ha rebasado sus más optimistas expectativas.
La novela comienza con un flashback que es continuación de uno de los capítulos finales. A partir de aquí, nos cuenta la historia de Julio Perla, un chaval de la Barceloneta que pasa de jugar partidos de fútbol en el barrio al menudeo, convirtiéndose poco a poco gracias a su sagacidad en un camello importante del clan gitano de los Heredia. Del jachís pasa a la coca y a partir de ese momento empieza a manejar grandes cantidades de dinero que le proporcionan de golpe un nivel de vida impensable para un chaval de su edad. La narración de sus andanzas y las de sus colaboradores, amigos del barrio, nos lleva a un ritmo vertiginoso hacia el primer conflicto, sin el cual, no existe ninguna novela que se precie, resuelto por el autor, dicho sea de paso, de forma magistral. Esto constituye la primera parte de la novela.
En la segunda se nos muestra a un Julio más maduro como consecuencia de los años transcurridos y de las duras experiencias pasadas. Convertido en “el Perla” y aleccionado por John Claudio, un secundario de lujo curtido en mil batallas en las calles de Medellín, entra a trabajar para el clan de Sinaloa, que acaba de triunfar en una guerra de cárteles y a ejercer la hegemonía que antes portaba el clan de Juárez. La vida de “el Perla” se convierte en una sucesión de altibajos a través de la importación de toneladas de coca que introduce en España por diversos canales. Pero pronto se dará cuenta de la codicia de los que le rodean, dispuestos a todo con el fin de lucrarse de su “trabajo”. La trama camina a través de un ritmo trepidante hacia el desenlace. El lector logra identificarse con el protagonista y al igual que él, en su mente se va formando una palabra: vendetta.

La novela está narrada con la técnica del narrador omnisciente, aunque parece escrita en primera persona, ya que el Perla aparece en casi todos los escenarios, pero con la ventaja de que el lector puede saber más cosas que el protagonista. “El Perla” recuerda por momentos al “Pijoaparte” de Marsé o al “JW” de Jens Lapidus, personajes entrañables le la Literatura Negra. Pero Jordi imprime a su protagonista una originalidad especial, un realismo demoledor que es consecuencia de la titánica labor de documentación del autor, que profundiza en el mundo del narcotráfico como nadie. “Narcolepsia” es también una novela de sentimientos, ya que nos muestra con bastante poesía las andanzas de un adolescente de barrio. Un chico que a una temprana edad se va a dar cuenta de golpe de las consecuencias de haberse introducido en un mundo de adultos al margen de la ley y que adquirirá una frialdad atípica para un chaval de veintipocos años. Frialdad que inexorablemente le va a ayudar en los tejemanejes que lleva a cabo, pero que también le va a ir destruyendo como persona.

La abundante documentación del autor hace que por momentos parece que estemos leyendo un ensayo, viendo un documental. El mérito de Jordi está en no contarlo de manera aséptica, ya que no pierde en ningún momento la perspectiva de los personajes y la trama. Si yo fuera novelista novel, desde luego querría ser como Jordi Ledesma.
El leer esta novela ha sido un placer por lo aprendido sobre un submundo con el que habitualmente solo tenemos relación a través de los medios de comunicación. Y por lo que, en mi opinión, debe hacer una buena novela con el lector: hacerle reflexionar.
 

Recuerdo compré la novela en FNAC Castellana, en donde tuve la suerte de conocer al autor y charlar con él. Mi despiste crónico hice que me la dejara en el asiento del vagón del Metro. Cuál no sería mi sorpresa cuando al llegar a casa recibí un mensaje privado por Facebook del chaval que la había encontrado. Como iba dedicada, me buscó en la red social y me la devolvió. Al contarle la anécdota a Jordi, le hicieron llegar un ejemplar. Lo que está claro, y eso que parece que los elementos se alinearon para todo lo contrario, es que “Narcolepsia” y yo estábamos destinados a encontrarnos. Y os aseguro que ha sido un grato encuentro.

Jordi Ledesma nació en Tarragona en 1979. Ha vivido en Cambrils desde los siete a los veintiseis años. Le gusta decir que es de allí, aunque actualmente vive en Mont-Roig del Camp. Estudió en la Escola Taller d’Art i Oficis de la Diputació de Tarragona. En 2003 autopublicó el poemario Agua de mayo (Silva Editorial). Narcolepsia es su primera novela.

viernes, 24 de agosto de 2012

El club de los filósofos asesinos, de Julio Murillo, por Paco Gómez

 

A Julio Murillo lo conocí virtualmente gracias a Facebook. Más tarde, tuve el placer de conocerlo en persona en la Semana Negra de Gijón, acudí a su presentación y compré su última novela, “El club de los filósofos asesinos” (Ediciones Martínez Roca). En ella se cuentan las actividades de “Le Club”, un grupo de élite cuyos componentes tienen alias de filósofos, tales como Sócrates, Pitágoras, Hipatia, etc. Todos los miembros han sufrido en el pasado alguna injusticia de gran calibre merced a la cual se han unido al club, que se dedica básicamente a realizar ejecuciones de indeseables al margen de la Ley.

            El protagonista principal es Henry Gaumont, un hombre al que su mujer le ha abandonado después de desplumarle y que, a la vez, es despedido de su trabajo de publicista por un jefe sin escrúpulos. Deshecho, jura vengarse de los dos, aunque la aparición de Pierre, un marchante de Arte que le pone al frente de su negocio, y de Adele, una bella y enigmática mujer, hacen que la vida vuelva a sonreírle y que se vaya olvidando poco a poco de su venganza.
            Paralelamente, Claire Valery, una inspectora de policía, va investigando varios casos, así como los crímenes relacionados con “Le Club”, que ya investigara hace años su antecesor en el cargo.
            La novela es un puzzle en el que las piezas acaban encajando lentamente. Un thriller psicológico en el que nada es lo que parece, ya que los personajes, tras la transformación sufrida a lo largo de la trama, muestran al final su verdadera cara, avanzando hacia un desenlace espectacular e inesperado. 

            El autor utiliza la técnica narrativa del narrador omnisciente, lo que posibilita al lector situarse en distintas escenas, teniendo conocimiento de lo que ocurre simultáneamente con los diversos personajes. El libro es de lectura rápida debido al estilo del autor y a que, una vez caracterizados los personajes, el lector quiere saber qué es lo que va a ocurrir en el capítulo siguiente. La evolución del personaje protagonista a lo largo de la trama es espectacular. El hecho de que no tenga un antagonista, sino varios, hace que por momentos la novela parezca un western al estilo de los de Zinnemann o Peckinpack. Pero sobre todo es una novela que te hace reflexionar sobre el bien y el mal, sobre las leyes y el Estado, sobre la vida y la muerte. ¿Quién no ha deseado alguna vez matar a alguien por su condición de asesino, estafador, violador o genocida?
            “El club de los filósofos asesinos” hace que el lector transite a lo largo de un dilema moral en el que la línea entre lo que está bien y lo que está mal es demasiado delgada. Una novela que bien podría ser llevada al cine, con abundantes descripciones e ingeniosos diálogos, cuya trama transcurre en Francia. Si bien el escenario podría ser cualquier país, porque en todos los sitios hay gente susceptible de ser eliminada o ejecutada al modo de “Le Club”, Francia es una buena elección, al ser este un país que es cuna del libre pensamiento, característica fundamental del grupo secreto que constituyen los componentes de “El club de los filósofos asesinos”.
            Una novela, por tanto, muy recomendable, porque además de entretener, hace reflexionar, hace que el lector sufra la metamorfosis experimentada por los personajes. Una novela muy negra, situada en el contexto de la crisis internacional que nos muestra la realidad social que podemos observar cada día en los periódicos: banqueros y policías corruptos, asesinos de toda índole y un grupo de justicieros con deseos de cambiar el mundo y que deciden pasar a la acción. Enhorabuena, Julio. Esperamos la próxima en breve.

Julio Murillo Llerda (1957), escritor, periodista, director creativo y experto en comunicación, ha coordinado y dirigido todo tipo de publicaciones y revistas de información general, programas de radio, asesorías creativas y campañas publicitarias para grandes marcas. Irrumpió con fuerza en el terreno de la narrativa con Las Lágrimas de Karseb. Constantinopla, 1453, ópera prima finalista en la quinta edición del Premio de Novela Histórica Alfonso X el Sabio; título al que siguieron Las Puertas del Paraíso, El misterio de los crímenes de la catedral de Florencia, El Agua y la Tierra. Maratón, Termópilas, Salamina y Platea (2007), Shangri-La. La cruz bajo la Antártida, que fue su primera incursión en el thriller de corte histórico y que se alzó con el Premio de Novela Histórica Alfonso X el Sabio 2008, y Oricalco (2010).

En la actualidad compagina la literatura con la colaboración en diversos medios de comunicación, mientras su obra empieza a traspasar con éxito nuestras fronteras.