Mi sitio es un banco del parque,
sombrío, esquinado y distante,
desde el que puedo ver el ambiente,
ver cómo transcurre el día
y cómo pasa la gente,
cómo pasa la vida,
mantenerme indiferente.
Mi sitio es la barra de un bar,
con un pincho y una cerveza,
un lugar en el que reflexionar,
mientras observo a la gente,
unos aquí, otros allá,
charlando y arreglando el mundo,
sin pensar en nada más.
Mi sitio es un acantilado,
ver a las olas romper,
escuchar el rumor del mar,
envejecer,
dar rienda suelta a mis pensamientos,
volar más allá de horizonte
y de nuevo regresar.
Mi sitio es una parada de autobús,
consumiendo un cigarrillo,
ver a los coches circular,
ver a las personas que esperan,
cada uno con un destino,
a cual más incierto,
a cual más remoto.
Mi sitio es mi casa,
escribiendo poemas,
haciendo la colada,
ordenando mis cosas,
escuchando una balada,
sonriendo porque me apetece,
y ahuecando la almohada.
Mi sitio es mi trabajo,
en donde soluciono problemas,
y reconcilio a las partes,
en donde me relaciono,
con personas de distinto talante,
cada uno con su vida,
yo tengo la mía.
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martes, 12 de mayo de 2009
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