Necesito silencios,
de flores secas,
de amargos sorbos de felicidad,
de cariños ocultos,
de noches sin dormir.
Silencios de estatua inerte,
a través de un ventanal,
en el tumulto de la lejanía,
eco de mi voz,
que pide espuma de amor,
en la levedad de palabras,
que el viento mece,
para llegar a costa perdida,
en el supremo olvido.
Desorden en el deprimido jardín,
jardín de delicias,
sugerencia fracasada,
de manos que se acarician,
entrelazadas de sueños,
que no son de esta vida.
La noche y el día,
piropo sostenido,
de melancolía en flor marchita,
de besos sentidos,
en madrugadas que se han ido,
que se pierden en la algarada,
de segundos vividos.
1 comentario:
A los amigos aconsejalos en privado y elógialos públicamente. Syro.
Y lo segundo es lo que hago yo aquí elogiarte.
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