Que España es un país con diversas identidades enclavadas en distintos puntos geográficos, no se le escapa a nadie. Que durante la dictadura fueron obviadas en nombre de un nacionalismo patrio artificial centralista e impuesto, tampoco. Pero desde el principio de la democracia hasta ahora, sobre todo Cataluña y País Vasco, han ido pidiendo competencias y pasta; y se les han dado. No se han limitado a pedir sino a chantajear y a amenazar con consultas soberanistas y con cánticos de independencia, alegando que son superiores al resto de las autonomías y que sus genes, su lengua y sus costumbres son la leche comparados con los de los demás.No sé que les habrán dado a los vascos que, después de su estatuto fallido, ahora están calladitos. En cualquier caso, lo estaremos pagando todos de nuestros bolsillos, como siempre. Ahora los que están envalentonados son los catalanes, con el president Montilla, de origen andaluz pero que se cree más catalán que nadie, diciendo que irán con el estatut hasta las últimas consecuencias. Esto, ¿qué significa? ¿Que lanzarán a los mossos a luchar con el ejército español? Hay que ver qué esperpento y el ridículo que están haciendo.
Yo soy madrileño. Y mi tierra y mis costumbres son tan legítimas como las de cualquier parte de España. Pero no se me ocurre pedir la independencia, ¿qué pintaría Madrid como país frente al mundo? Lo mismo que Cataluña o el País Vasco, nada. Me encanta Madrid, pero ante todo soy ciudadano del mundo. Y hasta que no se extinga la última idea nacionalista, el mundo irá como va.
Qué pesaditos que son unos y otros. Tuvimos que aguantar a Franco durante cuarenta años y ahora son ellos, quienes tanto le criticaban, los que actúan como él. Lo de la editorial conjunta de los periódicos catalanes me parece una imposición propia de una dictadura bananera. Que el estatut va en contra de
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