Publicado en el diario El Faro (15-4-2009)
El silencio,
un rostro sin ojos,
una mano que tapa el aire,
un dedo que apunta hacia el cielo,
y una madeja que deshace el sol.
Silencios,
de una boca,
de una mente enfermiza,
del infierno de la maldita memoria,
silencios en los imposibles,
que repite la arboleda.
El silencio,
ese hueco visceral,
que arranca entrañas,
que raja el vientre de norte a sur,
que desata pasiones,
en el morbo de la desolación.
Silencios,
de palabras que no quieren nacer,
de sentimientos aplastados,
por el pie dictador,
que manipula los sentidos,
y adormece la voz.
El silencio,
ese aroma a podredumbre,
cochambre del hambre,
aliento moribundo de una vida vacía,
en la mariposa triste del aburrimiento,
cazando energías de otras vidas.
Silencios,
lejanos,
cercanos,
silencios,
en los carteles del miedo,
en las huchas resquebrajadas,
en la estación de invierno.
El silencio,
pasatiempo de los enfermos,
calaveras sin sesos,
despojos de ojos vueltos,
pasajes del viento,
en manos sin cuerpos.
Silencios, silencios, silencios........
Dadme paz sin tormento,
anhelos sin ansia,
calma con aliento.
No robéis el canto de amor sincero,
ni los amores puros,
ni los silencios de besos,
ni los silencios dormidos,
en brazos deseados.
Silencios,
en hijos que huyen,
en caminos hacia el olvido,
en viajes sin vuelta,
en fantasmas que hieren,
corazones heridos.
Silencios, silencios, silencios...
un rostro sin ojos,
una mano que tapa el aire,
un dedo que apunta hacia el cielo,
y una madeja que deshace el sol.
Silencios,
de una boca,
de una mente enfermiza,
del infierno de la maldita memoria,
silencios en los imposibles,
que repite la arboleda.
El silencio,
ese hueco visceral,
que arranca entrañas,
que raja el vientre de norte a sur,
que desata pasiones,
en el morbo de la desolación.
Silencios,
de palabras que no quieren nacer,
de sentimientos aplastados,
por el pie dictador,
que manipula los sentidos,
y adormece la voz.
El silencio,
ese aroma a podredumbre,
cochambre del hambre,
aliento moribundo de una vida vacía,
en la mariposa triste del aburrimiento,
cazando energías de otras vidas.
Silencios,
lejanos,
cercanos,
silencios,
en los carteles del miedo,
en las huchas resquebrajadas,
en la estación de invierno.
El silencio,
pasatiempo de los enfermos,
calaveras sin sesos,
despojos de ojos vueltos,
pasajes del viento,
en manos sin cuerpos.
Silencios, silencios, silencios........
Dadme paz sin tormento,
anhelos sin ansia,
calma con aliento.
No robéis el canto de amor sincero,
ni los amores puros,
ni los silencios de besos,
ni los silencios dormidos,
en brazos deseados.
Silencios,
en hijos que huyen,
en caminos hacia el olvido,
en viajes sin vuelta,
en fantasmas que hieren,
corazones heridos.
Silencios, silencios, silencios...
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