Poemario NO TARDES EN VOLVER A LA CRISTALERA DEL TIEMPO, de Virtudes Reza. EDITORIAL LEDORIA

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El círculo alquímico, de Paco Gómez Escribano. Editorial Ledoria. I.S.B.N.: 978-84-95690-73-9. A la venta en enero.
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lunes, 23 de febrero de 2009

Taller de Poesía I, de Virtudes Reza

El pasado domingo 22 de febrero di por comenzado el Taller de Poesía en el Hotel Cristina, de Algeciras. Paso a haceros un breve resumen de los contenidos de la primera sesión:
Un poema puede surgir debido al alma, al corazón, a un recuerdo, a un aroma, a la música, a una ciudad, a los colores, a las palabras... Comentaba yo a los alumnos una sentencia que me asalta día tras día: “¡Necesito escribir!”
La poesía es mi motor, es el sentimiento que aflora por los poros y que a veces sin querer o queriendo debes medir y dosificar para no sufrir, aunque a veces es el gozo puro, por eso es la vida o está llena de vida.

El corazón te impulsa: la inspiración

Es la inspiración que siempre me acompaña, sé que está ahí y me aguarda, y antes que yo la busque ya me encuentra, y antes que la sienta ya me siente, y espera paciente a que el ímpetu se desate, a que el sentimiento fluya en un instante de vida, en un momento atemporal, donde segundo, minutos y horas son la dimensión de lo racional, que el corazón no alcanza a entender.

“La poesía es un enfrentamiento entre la interioridad del poeta y el mundo, y de este choque surge el modo de construir el poema”

Escribir poesía te permite colmar tus necesidades; exorcizar los fantasmas personales; traducir en palabras las reacciones más primitivas; sugerir sentimientos que no se podrían explayar de otra manera, rectificar el rumbo del mundo; disponer de la libertad absoluta; disponer de un interlocutor.

El misterio del poema: La poesía no tiene fórmulas ni puntos de partida y llegada, pero el poema es una forma, una estructura interna y tiene multiplicidad de sentidos. Para escribir un poema: economiza las palabras como si estuvieras escribiendo un telegrama.

A quién te diriges en cada poema

¿Te desdoblas durante el acto de escritura?
¿Piensas en la persona amada?
¿Te adueñas de un instante prodigioso y lanzas las palabras al viento, a una figura sin rostro, a la eternidad, al universo?

Entre el deseo y los resultados

Ya sea breve o extenso, el poema debe tener esa magia indefinible que hace que el lector se impresione, se inquiete, no sea el mismo después de la lectura.

Maneras de comenzar y finalizar

-La primera chispa
Hay poetas que nunca tienen que preguntarse dónde comenzará y finalizará el poema.
Su intuición los orienta, van de la mente al corazón y del corazón al mundo externo para volver a pasar por el filtro de la mente.

-Así nace el primer verso
Ya sabes todo lo que pasa frente a tus ojos y por tu emoción es digno de ser apuntado.

-Incluso lo más irrelevante
Unas breves palabras provenientes de una conversación; un antojo; un sueño; una hoja que se desprende de un árbol; una calle desierta en una noche de invierno.

Caso práctico: Una calle en Córdoba



Y en esa calle algo que llame nuestra atención
-Dos palabras: Humildad y paciencia


Humildad y paciencia,
en la Cuesta del Bailio,
parada meditada en la Dolorosa,
y fotografía bajo ocho faroles.
Reencuentro de sentimientos,
amigos del cansancio,
de unos pies,
de unos cuerpos,
de unos rostros,
impregnados de tu misericordia,
de tus migajas entrelucidas,
que me das cuando suplico.


FORMAS DE COMENZAR UN POEMA

-Un interrogante: Receptor demandado y apelado.

“¿Qué imagen de la muerte rigurosa,
qué sombra del Infierno me maltrata?”
Francisco de Quevedo, Obra poética, nº 368

-Una explicación: Matiz narrativo.

“Porque nos encontramos en el atardecer
bajo la sombra del reloj de la estación
mientras mi sombra estaba muriendo en Lima
y tu fantasma estaba muriendo en Lima.”
Allen Gingsberg, A un viejo poeta en el Perú.


-Una afirmación: Inicio potente.

“Sí que estoy
parado
sobre la cresta de la montaña.”
Carl Wendell Hines. Dos poemas de Jazz.

-Una negación: Matiz de advertencia.

“Nunca creas todo lo que se dice.
Los lobos no son tan malos
como los corderos...”
Kenneth Rexroth, Lobos.

EL INTERMEDIO DE UN POEMA

Un poema no tiene desarrollo, en el sentido de la narrativa. Tiene un intermedio más o menos extenso entre el verso o los versos iniciales y el final.

-Métodos para el intermedio: Una afirmación, una interrogación, una o varias definiciones...

EL FINAL
Podemos utilizar los mismos procedimientos que el principio y el final: una descripción, una confesión...

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