Poemario NO TARDES EN VOLVER A LA CRISTALERA DEL TIEMPO, de Virtudes Reza. EDITORIAL LEDORIA

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El círculo alquímico, de Paco Gómez Escribano. Editorial Ledoria. I.S.B.N.: 978-84-95690-73-9. A la venta en enero.
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viernes, 16 de septiembre de 2011

Mi banco del parque (30), por Paco Gómez

Disiento de los que piensan que dirigen sus vidas como si fueran coches automáticos último modelo. No me fío de las personas tan seguras de sí mismas, más si no fuman ni beben. Enciendo un cigarrillo al abrigo de mi banco del parque y echo una mirada de soslayo hacia mi izquierda. Por algún motivo, esta noche la soledad no aparece. Mi día no ha sido malo. Incluso podríamos decir que ha sido un día magnífico para mis intereses si no fuera porque esta vida me importa un carajo. La porción de hombre vanidoso que aún anida en mí, me temo que por siempre, intenta sentirse orgulloso de los hechos por él protagonizados. Y yo me reiría a carcajadas si todavía me quedaran sonrisas y no un semblante con rictus triste y melancólico, un rostro de hombre serio e imperturbable que sin embargo es incapaz de dejar la mente en blanco, pues siempre se haya contaminada de pensamientos estúpidos. No hay luna y el canto de los grillos resuena para nada. Incluso el ulular de la lechuza, tan relajante otras veces, esta noche suena misterioso y espeluznante. Las primeras sombras cruzan miradas con los espectros y se aseguran de mi presencia para empezar su danza ritual sin sentido. Hoy no me apetece bailar entre ellos. Hoy me siento un espíritu insuflado de una porción de optimismo que en absoluto casa con el ánimo de las criaturas de la noche. La soledad sigue sin venir a visitarme. Apago el cigarrillo entre reflexiones áridas y cuando levanto la mirada siento que no estoy solo. Sentada en una rama de un árbol próximo la soledad me mira con la melancolía poblando su faz de ser incorpóreo. Intuye que la he abandonado, pero cuando le guiño un ojo en un gesto lleno de complicidad, ella hace un mohín pícaro. Ya está acomodada a mi izquierda y a mí me está apeteciendo danzar con las sombras. Todo está en su sitio. Todo está como siempre.

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