Poemario NO TARDES EN VOLVER A LA CRISTALERA DEL TIEMPO, de Virtudes Reza. EDITORIAL LEDORIA

Comprar el libro Editorial Ledoria, aquí

Comprar el libro en El Corte Inglés, aquí

Puntos de venta en librerías, aquí

El círculo alquímico, de Paco Gómez Escribano. Editorial Ledoria. I.S.B.N.: 978-84-95690-73-9. A la venta en enero.
Comprar libro en Estudio en escarlata, aquí.

Comprar libro en El Corte Inglés, aquí.


lunes, 26 de octubre de 2009

No todo vale, de Paco Gómez

A veces me pregunto si no asistimos al declive de la civilización. ¿Por qué no? Antes cayeron Persia, Mesopotamia, Egipto, Roma... y tantos otros. Lo digo por la gilipollez nacional de la telebasura, por el desastre en Educación y por la homogenización de las costumbres absurdas instauradas. ¿Para qué sirve un Gobierno si no regula un poco? Que el mundo se rige por el dinero y que si adoleces de él te conviertes en un bulto sospechoso queda fuera de toda duda. Pero no todo debería valer para forrarse y para hacer funcionar la Economía de Mercado. Y sobre todo, es llamativo lo de la televisión. He terminado por no ver las generalistas ante la falta de programas interesantes. Ya ni siquiera los telediarios que son incapaces de salirse del guión que alguien desde la sombra debe marcar, porque si no, no se entiende que en todos den las mismas noticias obviando otras.

En cada salón de cada familia hay un televisor. Y la televisión influye decisivamente en las líneas de pensamiento de cada uno. El invento es genial pero el uso que de él se hace es deplorable. Nos meten programas que no interesan en absoluto pero que, al parecer, acaban interesando mucho porque tienen las mayores audiencias. Antes había periodistas del corazón. Pero es que ahora, cada programa, mete su sección del corazón, llenando la pantalla con personajes absurdos y vacíos que no tienen nada que decir y que sin embargo no paran de hablar y de chillar. Y lo que es peor, crean ídolos de barro que acaban siendo referentes para niños y jóvenes que aspiran a ser belenes estéban o lekios. ¿Dónde han quedado programas como “La clave”? Sencillamente, han desaparecido.

La telebasura es nociva y, como tal, debería estar regulada. No aporta nada, ni intelectual ni humanamente. Convierte a gente sin oficio conocido, incultos, mezquinos y caraduras en referentes nacionales de ciudadanos que, estoy seguro, ven esos programas porque no hay otra cosa en la televisión. Desde luego, en ciertas franjas horarias copan las programaciones. Y no me vale el argumento de que a la gente le gusta eso y no otra cosa. Nunca como ahora se han publicado más libros, ni ha habido tanta oferta de cine y de teatro, ni ha habido tantas webs con contenidos interesantes, será por algo.

Luego nos quejaremos de que escasean los médicos y los arquitectos y de que estamos a la cola en Educación. Arreglen las cosas, señores políticos. Trabajen, que para eso cobran. Regulen las programaciones y reformen de una puñetera vez la Educación. Porque..., no todo vale.

No hay comentarios: