Poemario NO TARDES EN VOLVER A LA CRISTALERA DEL TIEMPO, de Virtudes Reza. EDITORIAL LEDORIA

Comprar el libro Editorial Ledoria, aquí

Comprar el libro en El Corte Inglés, aquí

Puntos de venta en librerías, aquí

El círculo alquímico, de Paco Gómez Escribano. Editorial Ledoria. I.S.B.N.: 978-84-95690-73-9. A la venta en enero.
Comprar libro en Estudio en escarlata, aquí.

Comprar libro en El Corte Inglés, aquí.


jueves, 26 de marzo de 2009

Virtudes, de Paco Gómez

Solía pasear por la Plaza Mayor de Madrid, después de tomarme un café y una tostada con mantequilla y mermelada. Ahora lo hago por la Plaza Alta inmediatamente después de tomar medio mollete con aceite y tomate. Algeciras tiene sus virtudes. No es que Madrid no las tenga, pero las virtudes de Madrid no son las virtudes de Algeciras. Es cierto que el Parque del Retiro tiene sus virtudes, pero las virtudes de ese entorno natural que rodea a Algeciras no las tiene la capital. Tampoco tiene mar, y ese mar que nos baña y que se cierra en la bahía tiene muchas virtudes, entre ellas, la brisa fresca y la visión extática que uno puede experimentar ante tales virtudes.
Y si no, me voy por la N-340 sentido Tarifa. Eso sí que tiene virtudes, virtudes de paisaje, virtudes de aromas, virtudes de sabores en ventas y chiringuitos, virtudes de Bolonia, virtudes, virtudes...
Por hablar de todo un poco y, ahora que viene la Semana Santa, en Madrid tenemos procesiones, sí, pero sobrias, casi sombrías, con sus virtudes, sí, pero para virtudes las de aquí, en donde las procesiones destilan dramatismo, pasión y arte, en definitiva, virtudes andaluzas, virtudes algecireñas, virtudes que sólo se dan aquí, con la gente de aquí. Gentes de diversas índoles y diversos oficios, como en todos lados. Y de mucho arte y muchas virtudes, que hay que ver, guitarristas, poetas, novelistas, cantaores, pintores..., todos ellos gentes de múltiples virtudes; virtudes de las que Madrid está exento y de las que Algeciras rebosa.
Por eso vivo aquí. Y me marcho cuando puedo a Madrid, de visita, para ver a la familia y a los amigos, y en busca de virtudes, que también las hay, no se crean, pero son consecuencia de la mezcla, que siempre enriquece. Sin embargo, en Algeciras las virtudes son como más puras, están más en su esencia, son en sí un tarro de esencias, un frasco de aromas. Y uno se embriaga y queda rendido ante esas virtudes; y mira las montañas y la bahía, y se extasía, al igual que cuando se leen poemas.
Algeciras tiene virtudes y Virtudes.

No hay comentarios: